La ÑBA revoluciona Pekín





Aíto García Reneses, seleccionador nacional de baloncesto, vive pendiente de los entrenamientos y de la aclimatación de los jugadores al cambio horario y a las condiciones existentes en Pekín, pero España y, sobro todo, Pau Gasol, han causado una sacudida en su llegada a Pekín.

El equipo nacional aterrizó en la capital de los Juegos procedente de Shanghai, ciudad en la que aterrizaron este lunes sin haberse podido entrenar por la premura de tiempo y otras cuestiones organizativas. Así que Aíto se mostró impaciente por empezar a trabajar cuanto antes nada más poner los pies en la capital olímpica.

Y ese momento de aparecer públicamente en Pekín puso de manifiesto la gran popularidad del equipo español, actual campeón del mundo, y de la gran estrella que lo abandera, Pau Gasol, que tardó más de media hora en alcanzar el autobús del equipo entre atender a los medios de comunicación y firmar autógrafos a la marabunta de gente que se formó a su alrededor cuando apareció por el canal olímpico habilitado en el aeropuerto de la capital oriental.

Gasol salió detrás del grueso del grupo de internacionales, que iba encabezado por su hermano Marc, a quien muchos voluntarios y muchas personas que se vieron sorprendidos por la aparición de los gigantes de la "ÑBA" en la terminal aeroportuaria. La confusión de la gente fue motivo más que suficiente para que algunos compañeros aprovecharan la ocasión de hacer algún chiste, incluido el propio Marc, y echarse unas risas.

El jugador de los Lakers de Los Angeles reconoció con cierto rubor que no "esperaba un recibimiento tan importante, un recibimiento de estrella", lo que recordó las palabras que pronuncia en uno de sus últimos anuncios publicitarios con una famosa firma deportiva en el que aboga por la dimensión deportiva de España como país.

"Es muy importante que me admiren, pero no sólo como jugador de la NBA, yo también quiero el reconocimiento para España a nivel mundial", acertó a explicar en medio del tumulto el internacional español.

Gasol puso de relieve el significado de que "todas las estrellas del deporte español, como -Rafa- Nadal o Contador, estén en la Villa Olímpica con los demás atletas, algo que no sucede en otros países". La referencia del jugador de Sant Boi apuntaba directamente a los componentes de la selección estadounidense que, como ya es costumbre desde que acuden a las competiciones internacionales con jugadores de la NBA, se alojan en un sitio distinto, lujoso, muy lujoso, y distinto al del resto de los competidores.

"Vamos todos a la Villa Olímpica y eso es algo muy bueno para hacer piña, para hacer equipo, para vivir los Juegos", aseguró el asediado ala-pívot de Los Angeles.

Juan Carlos Navarro también señaló a EFE que la selección estaba "deseando llegar ya a la Villa Olímpica" para empezar a empaparse del ambiente olímpico y, por encima de todo, para poner manos a la obra en el trabajo.

"Estamos muy bien. El equipo ha hecho una buena preparación y estamos todos con ganas de llegar ya a la Villa Olímpica porque tenemos ganas de empezar", dijo a EFE el nuevo jugador del Barcelona, donde volverá a jugar a partir de la próxima temporada después de pasar un año en los Grizzlies de Memphis.

"Nosotros tenemos ambición por llegar lejos y, para eso, tenemos que ponernos delante de todos los equipos. Nuestro grupo es complicado, pero en el otro grupo también hay equipos de gran calidad", comentó a EFE Navarro.

Navarro, pese a lo fugaz del momento, tuvo un instante para reflexionar sobre los Juegos: "Vamos a intentar jugar bien, jugar nuestro baloncesto, pero tenemos que acordarnos lo que nos paso en Atenas para que no se vuelve a repetir. Allí perdimos sólo un partido y nos quedamos fuera de las medallas. No queremos que eso nos vuelva a pasar".