Burgui creó y Juanjo Narváez machacó. Ésa fue la historia del encuentro entre el Real Madrid Castilla y el Fuenlabrada. El primer filial merengue se impuso por 3-0 en los últimos 10 minutos del encuentro para alzarse al liderato de la clasificación, que permite a final de temporada tener dos oportunidades para el ascenso. Nadie se habría imaginado al principio de temporada que a estas alturas del curso el equipo blanco lideraría la clasificación, pero Zidane ha conseguido lo que parecía imposible y los suyos están atravesando un momento dulce, invictos en los últimos siete partidos.
Con solidez defensiva y con buen fútbol, dominando el encuentro de cabo a rabo una vez más, el filial blanco sumó tres puntos de oro a pesar del cerrojazo de los visitantes. Y es que el Fuenlabrada salió a defender el empate con cinco hombres atrás mientras el Castilla se dedicaba a crear las mejores ocasiones del encuentro, con Burgui como su hombre más peligroso e incisivo. La mejor ocasión de la primera mitad, de hecho, fue a cargo del extremo del Castilla, que lanzó un balón a la madera tras un mano a mano con el portero en el que la bola se le escoró demasiado.
En la segunda mitad, continuó el monólogo madridista. El equipo merengue reclamó un claro penalti sobre Burgui que el colegiado no señaló y que terminó de espolear a los jugadores, pero fue la entrada de Juanjo Narváez en el 65 de encuentro lo que decidió el encuentro a la postre. Zidane vio claro que lo que necesitaban los suyos era concretar las ocasiones y el colombiano fue quien lo hizo. En dos jugadas prácticamente consecutivas, en el 79 y el 82, el ariete de la Fábrica aprovechó dos grandes jugadas de Burgui para abrir la lata de un partido que iba camino del final con empate a cero. El extremeño cerró la goleada casi sobre el pitido final con un golazo de libre directo. El Castilla está lanzado y ya es líder, y sólo se puede dar la enhorabuena a los chicos y a Zidane por el buen trabajo realizado.
Fotografias: José Manuel Manzaneque.
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