La situación del Castilla se estudiará al detalle en la Comisión Deportiva de cada lunes, pero según indica Marca, por el momento no se plantea la posibilidad de que Solari sea destituido. El Real Madrid considera que el argentino necesita tiempo para armar un equipo ‘nuevo’ y que apenas tuvo tiempo para conjuntar las piezas en la pretemporada.
Desde el club se entiende que el cambio de entrenador no haría variar las cosas por el momento. El filial está a 11 puntos del líder Deportivo B y a 8 del Navalcarnero, equipo que marca la zona de play off de ascenso en estos momentos. La situación empieza a ser delicada, pero en el club confían en que la reacción pueda llegar en las próximas semanas.
La obsesión por el ascenso no es tan grande como hace algunas temporadas; en el club se valora mucho más la formación de jugadores jóvenes que puedan servir al primer equipo que el hecho de jugar en Segunda División. De hecho, en el Madrid no se comparte la política de filial que, por ejemplo, realiza el Barcelona.
¿Qué le pasa al Castilla de Solari?
Cuatro derrotas, dos empates y dos victorias es el balance de los de Solari en las ocho primeras jornadas, ocho puntos de 24 que condenan al Castillaa la decimotercera posición en la tabla, a dos punto del descenso.
La calidad individual de hombres como Dani Gómez, Óscar y Reguilón está fuera de toda duda, pero ha demostrado que no es suficiente.
El Castilla no carbura y parece un equipo en caída libre, pero Solari sigue diciendo que se trata de “un equipo en formación”.
El entrenador argentino cuenta en sus filas con 24 jugadores, entre los que destacan siete integrantes del bautizado como el mejor juvenil de los últimos tiempos que consiguió el Triplete con Guti: Álex, Manu, Dani Gómez, Óscar, Belman, Toni y Franchu.
Sin embargo, los juveniles no han contado con muchos minutos a excepción del delantero Dani Gómez, que marcó en sus tres primeros partidos y ha marcado cuatro tantos en dos encuentros en la Youth League con Guti.
Está claro que calidad no le falta, pero parece que Solari sigue sin dar con la tecla en Segunda B, y las gradas del Di Stéfano empiezan a pedir cuentas y soluciones.
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