Y es que a base de sumar de uno en uno el equipo de Alejandro Menéndez está viendo cómo la cabeza de la liga se escapa poco a poco pues marchan decimocuartos con diez puntos. Sus chicos están trabajando muy bien, suelen dominar los partidos pero siempre adolecen de esa falta de suerte o de experiencia que le impide aniquilar a los rivales en los momentos clave del encuentro. Y el ejemplo más claro está en el partido de la semana pasada en Leganés, donde tuvieron a uno de los gallitos de la categoría contra las cuerdas durante noventa minutos y con cuatro por encima del tiempo reglamentario se dejaron empatar (1-1).
La caza de fantasmas sigue por tanto en pie, y lo peor es que el rival de hoy no es uno de esos propicios para terminar con esta persecución de malos augurios. Y es que el Vecindario marcha séptimo y a solo un punto del cuarto clasificado, el propio Leganés, gracias sobre todo a su buen hacer en su feudo, donde no han perdido aún. Tres victorias y dos empates son el balance en el Estadio Municipal de Vecindario, una racha que deberá romper hoy el Castilla si quiere engancharse por fin al tren que lleva hacia la Segunda División.
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