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A pesar de la derrota del pasado fin de semana ante el Alcorcón en las postrimerías del encuentro, el conjunto blanco llega con la moral muy reforzada después de superar un gran bache de resultados en la primera vuelta y de sumar cuatro victorias consecutivas en el mes de diciembre. A día de hoy, el Castilla se encuentra décimo a cinco puntos de los puestos de descenso y a ocho de los de ascenso, una posición que la marca el propio filial rojiblanco, con lo que la victoria en el Cerro del Espino se antoja muy jugosa para acrecentar las aspiraciones merengues de meterse en la lucha por los puestos de play-off.
Sin embargo, esta no es la única motivación con la que llega el Castilla, y es que en el vestuario blanco nadie olvida el partido de la primera vuelta, en el que los colchoneros se llevaron los tres puntos del Estadio Alfredo Di Stéfano dilapidando todas las ilusiones madridistas que se habían ido forjando durante la pretemporada. Aquella puñalada dolió, y mucho, y hoy es el día en el que la herida puede cicatrizar definitivamente.
Afortunadamente para el filial blanco, Alejandro Menéndez recupera a Mosquera para la causa. El capitán blanco es el eje sobre el que gira todo el ataque madridista y el punto de partida de muchos de los goles merengues, y ya se encuentra totalmente recuperado de la inoportuna gastroenteritis que le impidió vestirse de corto en Alcorcón. Por contra, el Castilla pierde a su Pepe particular, y es que Gary deberá cumplir la sanción tras ser expulsado en el ya gafe Municipal de Santo Domingo. Una baja que no debería empañar el magnífico espectáculo que se prevé en el Cerro del Espino a partir de las 17:00.
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