El árbitro le quitó el derbi al Castilla

Tanto Real Madrid como Atlético llegaban al derbi madrileño de Segunda B en un estado de forma excepcional, lo que hacía que el partido fuera muy atractivo. Y desde luego que el comienzo no decepcionó a las cientos de personas que desafiaron al frío y a la nieve en el Cerro del Espino, porque antes de que se cumpliera el primer minuto de juego, el Real Madrid Castilla ya se había puesto por delante en el marcador... como si de los ‘mayores’ se tratara.

Un centro lateral desde la derecha del ataque blanco botó en el área rojiblanca sin aparente peligro. Al menos hasta que al lateral colchonero Regalón se le ocurrió cedérsela a su portero con la cabeza cuando apenas levantaba un palmo del suelo. El esférico se quedó corto y Juan Carlos, que lleva una racha espectacular de partidos, aprovechó el 'regalón' para batir a Joel. Desafortunadamente para los intereses madridistas, el filial rojiblanco no hizo como sus ‘mayores’, y en lugar de achicarse pasó a tomar el control del partido. Paradójicamente, un disparo de Cristian desde el balcón del área después de una buena pared con Samu en el minuto trece fue el preludio del gol atlético. Molino aprovechó un pase en profundidad de Keko y desde dentro del área batió a Adán. Los jugadores merengues reclamaron fuera de juego, pero el tanto del empate subió finalmente al marcador.

La constante presión atlética en el campo contrario dificultaba mucho la salida del balón al Castilla. Samu y Cristian se encontraban muy solos en ataque, y el conjunto blanco apenas pudo trenzar jugadas en la primera mitad. Tan sólo tuvo una internada de Samu en el minuto 34, cuyo disparo resultó flojo después de salir trastabillado de varios recortes dentro del área. Mientras tanto, el Atlético sí que supo aprovechar la posesión con constantes llegadas desde las bandas, y bien pudo irse a la caseta con algún gol más si Molino, Cedric o Ibrahim hubieran aprovechado algunas de las cinco ocasiones claras que tuvieron. Fue nada más comenzar la segunda mitad cuando la suerte se alió con los locales, y el tanto que no supieron meter ellos solos, tuvo que subir al marcador ayudado de un jugador del Castilla. Y es que un disparo lejano de Ibrahim en el 51 se envenenó cuando Nacho lo tocó y, en su intento de despejarlo, lo introdujo en su portería. Él no quería.

El Castilla tuvo encerrado al Atlético tras el gol local

A diferencia de la primera mitad y a pesar del gol rojiblanco, el Castilla se estiró tras la reanudación. Un Adán muy acertado hoy había salvado milagrosamente un disparo de Koke y otro de Cedric en los primeros quince minutos de la segunda mitad, pero fueron los únicos momentos en los que sufrió el filial blanco, porque el resto del encuentro fue totalmente de color blanco: por la posesión del Madrid, pero también por la capa de nieve que cubría el césped del Cerro del Espino. La misma que provocó que Cristian marrase un mano a mano clarísimo en el minuto 61. Al delantero se le fue largo el balón en el último toque cuando ya encaraba a Joel producto del mal estado del terreno de juego, y la mejor ocasión del partido cayó en saco roto.

Esa oportunidad pareció aupar al filial blanco, que empezó a creerse que podía llevarse el partido a pesar de no haberla materializado, y tuvo al Atlético encerrado en su campo hasta el final. Joel tuvo que hacer la estirada de su vida para despejar el disparo lejano de un Mosquera tan acertado como acostumbra en el 75 cuando ya se colaba por la escuadra. Y poco después el colegiado miró descaradamente hacia otro lado cuando el portero rojiblanco derribó claramente a Juan Carlos dentro del área a falta sólo de diez minutos para el pitido final. Un clarísimo penalti que bien podía haber cambiado el sino del encuentro y que muy posiblemente hubiera llevado la justicia al marcador tras lo visto en la segunda parte.

FOTOS: realmadrid.com