Venganza cumplida, despedida, y punto y seguido

Y es que el Estadio Alfredo Di Stéfano entonó por última vez en esta temporada el himno del Real Madrid para dar la bienvenida al Castilla. El filial blanco se despedía hoy de su afición y de una campaña que por momentos pareció que sería la definitiva del ascenso a Segunda, pero en la que finalmente hubo de conformarse con quedar en mitad de tabla después de superar múltiples adversidades durante el año. Eso sí, no todo cayó en saco roto. Y es que por momentos el Castilla deleitó a sus aficionados con un fútbol vistoso de toque-toque realmente meritorio, y porque en el horizonte del madridismo ya hay nombres como los de los consagradísimos Mateos, Adán, Mosquera, Velayos o Gary, a los que hay sumar los de los jóvenes que llegan pisando muy fuerte como Nacho, Luis Hernández, Cordero, Juan Carlos, Rodrigo, Sarabia, Fran Rico o Juanfran. En ellos estaban puestos muchos de los esfuerzos de La Fábrica merengue (tantos o más que los puestos en ascender) y, si ya han dado parte de sus frutos, lo que se espera de ellos es realmente esperanzador. Hoy se ha puesto un punto que debe ser un punto y seguido en el trabajo realizado.

Y así lo quiso demostrar Juanfran en el choque de hoy ante el AD.Alcorcón, un rival de infausto recuerdo para el madridismo y que llegaba a Valdebebas con el campeonato bajo el brazo. Hace pocas fechas, el joven extremo merengue deslumbró con un golazo desde el centro del campo frente al CD.Toledo, recientemente debutó con el primer equipo madridista, y hoy Juanfran siguió prologando su magnífica racha con dos golazos de bandera en los diez primeros minutos del encuentro. Los chicos de Alejandro Menéndez no se jugaban nada mirando la clasificación, pero en el recuerdo de todos ellos estaba la eliminación copera de los ‘mayores’ y esa derrota en la primera vuelta, que llegó en el último minuto y que tanto daño hizo al Castilla después de una buenísima racha de victorias. Quizás por ello, y a pesar de que faltaban Rodrigo y Sarabia (con el Juvenil A en la Copa de Campeones) y de que Menéndez quiso darle minutos desde el inicio a algunos no habituales como Velayos o Felipe Ramos, el filial blanco salió muy enchufado y Juanfran fue el encargado de asestar las dos primeras banderillas. Ambas muy parecidas por cierto.

Juanfran inició la goleada con dos auténticos golazos en los diez primeros minutos

El primer tanto merengue llegó cuando apenas habían transcurrido cuatro minutos. Juanfran recogió el cuero en la línea de tres cuartos del campo y ante la pasividad de la zaga amarilla armó su pierna izquierda para lanzar una bomba inteligente directa a la escuadra derecha de la portería visitante. Eladio llegó a tocar el balón, pero no pudo impedir que tocara las mallas. Como tampoco pudo hacer nada apenas seis minutos más tarde ante otro ‘tomahawk’ del hoy ‘8’ blanco. Esta vez, Juanfran arrancó desde la banda siniestra, se fue centrando y cuando estaba a algo más de veinte metros soltó un derechazo que se coló de nuevo por el palo largo de la meta del Alcorcón. Los dos goles espolearon a Juanfran, que se jugaba el uno contra uno a cada balón que tocaba y, lo que era más meritorio, se marchaba de los rivales una y otra vez.

El conjunto de Anquela se vio superado por el huracán blanco, y lo cierto es que a excepción de una franja de escasos diez minutos enlal priemra parte donde Bermúdez llegó a poner a prueba a Felipe Ramos desde fuera del área, el control del partido y las ocasiones recayeron en el Castilla casi plenamente. De hecho, el colegiado no se atrevio a pitar un claro penalti de Gómez sobre Juanfran (otra vez Juanfran) en el veintiséis. El central amarillo empujó descaradamente al extremo banco cuando encaraba solo dentro del área a Eladio, pero la acción quedó impune. Mosquera lanzó alto desde fuera del área rondando el cuarenta, y Juan Carlos amplió un poco más el marcador si cabe poco antes del descanso al resolver una jugada muy embarullada dentro del área. Eladio no atrapó un balón alto, Rubén Ramos recogió el rechace y centró desde la línea de fondo. El meta visitante volvió a fallar en la interceptación y esta vez fue Cristian el que atrapó el balón para llevarlo al fondo de las mallas y subir al electrónico un 3-0 que era el fiel reflejo de la superioridad en el juego, y que animó al público madridista a pedir el cuarto que vengara la afrenta copera.

Menéndez sustituyó a Mosquera en lo que sonó a despedida del mediocentro

Y el cuarto llegó poco después del paso por los vestuarios. Fue Juan Carlos el encargado de dar el gustazo al madridismo en el cincuenta y ocho. El extremo hizo una buena pared con Cristian en la banda zurda a la altura de los banquillos, y se fue de su marcador con una porra aún mejor. Se subió la moto y no hubo nadie que le parara, de forma que se plantó casi en el área pequeña solo y con la tranquilidad necesaria para cruzar el balón lejos del alcance de Eladio. Lo único malo de este cuarto tanto es que poco después llegó el gol del Alcorcón que ‘manchaba’ la vendetta. Fue Verdú al aprovechar el rechace desde dentro del área chica tras una falta que golpeó en el palo derecho de la meta de Felipe Ramos. Antes de los dos tantos que animaron el inicio de la segunda mitad, Anquela (que sería expulsado mediada la segunda parte) había intentado revolucionar el partido con tres cambios, mientras que Menéndez aprovechó para darle minutos a Fran Rico –que reaparecía después de muchas semanas lesionado- en lugar de Mosquera. La sustitución sonó a despedida del capitán y el Di Stéfano, que lo entendió muy bien, ovacionó al talentoso mediocentro gallego.

Otro que también pudo disputar sus últimos minutos con la camiseta merengue y que también fue sustituido antes del final fue Gary. Sin embargo esta vez fue por lesión, ya que el central uruguayo se hizo daño en la pierna al defender un ataque visitante. Por lo demás, el partido dio poco más de sí. Borja, otrora verdugo blanco, estrelló un balón en el larguero a diez minutos del final, pero en realidad el encuentro quedó decantado ya cuando el Alcorcón marcó su gol del honor. Así, el himno del Madrid volvió a sonar en el Di Stéfano esta vez para despedir a unos jugadores madridistas que, a pesar de no haber logrado el ascenso este año, dejaron un dulce sabor de boca final en la afición merengue.

FOTOS: realmadrid.com (Archivo)