Jesé desveló al Castilla

El filial madridista logró tres trabajados puntos en un partido bastante irregular por su parte





El inicio del Castilla no hacía presagiar los problemas vividos a continuación, pues Jesé adelantó a los suyos en el minuto 2 de partido gracias a un potente chut desde la frontal del área. Todo se le ponía de cara al líder, que apuntaba a una nueva goleada ante el último clasificado. Sin embargo, la desventaja inicial no desesperó a los visitantes, quienes se dedicaron a darle un buen trato al balón e incluso en algunos tramos obligaron a que los jugadores merengues se encerraran atrás buscando el contragolpe por velocidad.

Los de Alberto Toril daban síntomas de estar dormidos, por lo que el técnico no se fue nada satisfecho a los vestuarios cuando el colegiado del partido señaló el descanso. Seguramente les pidió una reacción a sus jugadores en la reanudación, pero lo cierto es que el Montañeros plasmó en el marcador el buen partido que estaba haciendo. Una peligrosa falta botada desde la derecha acabó en el empate a uno en el minuto 51. Rivera remachaba a la red entre una maraña de piernas, haciendo que saltara la sorpresa en el Alfredo Di Stéfano.

A pesar del tanto, el Castilla siguió mostrando la apatía generalizada que caracterizaba el partido y sólo creaba peligro en sus salidas por banda en velocidad. El Montañeros trabajaba muy bien en defensa y se mostraba bien colocado, por lo que la victoria iba a estar muy cara. Todo un problema que solucionó un inspirado Jesé, que tras una combinación eléctrica al borde del área hacía el 2-1 a falta de 20 minutos del final. José Mourinho estaba este domingo en el palco de Valdebebas y seguramente haya tomado buena nota de la genialidad del canario.

Con el partido ya de cara, el Madrid se limitó a controlar la situación a la espera de que pasara el crono. Los gallegos se volcaron hacia la portería de Jesús en los últimos instantes, lo que favoreció que Morata colocara el tercero de la mañana con dos minutos sobre el tiempo reglamentario. El madrileño definió con una cuchara espectacular ante la salida del portero rival, en un detalle que seguramente también le haya gustado a Mourinho.


Era el penúltimo capítulo del partido, cerrado con un penalti final de Nacho por mano en el área que Rivera convertía justo antes de que el colegiado señalara el final. 3-2 y lo más importante, tres puntos básicos que permiten que el equipo aproveche las derrotas del Oviedo y el Rayo Vallecano B. Y es que el liderato de grupo está, cada vez más, al alcance de la mano.