Como suele ser habitual en las pretemporadas, la primera parte del equipo de Alberto Toril fue algo mejor que la segunda. Aun con la ausencia de jugadores habituales como Álex Fernández, su hermano Nacho o Jesé Rodríguez, el filial blanco mantuvo las mismas señas de identidad que le llevaron a lograr el ascenso a la categoría de plata del fútbol español: posesión de balón, circulación de balón y velocidad.
El gol del triunfo de los blancos, sin embargo, no llegó en jugada sino a balón parado. Una falta magistralmente lanzada por Mosquera con la pierna izquierda entró por toda la escuadra de la portería del Getafe B. Un gran chut de uno de los jugadores que está llamado a liderar este primer año de travesía de los merengues en Segunda.
Con el paso de los minutos, el cansancio y las sustituciones múltiples de jugadores se fueron llevando a cabo. En el Castilla debutaron los 'juveniles' Benavente, José Rodríguez y De Tomás, este último como titular, además de otros como Quini o Fabinho, que ocupó el puesto de lateral derecho titular. Al gol de Mosquera de falta sumó un segundo desde el punto de penalti en el último segundo de partido.
Fue un triunfo sin demasiado brillo de un Castilla suficiente que, tras recuperar la práctica totalidad de sus piezas después del uso dado por Mourinho, debe compenetrarse y ponerse en forma para un inicio de temporada más que complicado.
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