Y es que la estrategia del de Setúbal es sencilla: tener inscritos a los canteranos tanto en el primer equipo como en el segundo, de manera que cada semana pueda consensuar con Alberto Toril los que van a contar para el Real Madrid o los que pueden ir con el Castilla. En esta situación se encuentran el tercer portero Jesús más el delantero Álvaro Morata y el defensa Nacho Fernández. En el caso de Morata, el jugador ya ha debutado esta temporada tanto en Primera División, donde tuvo algunos minutos en Getafe, como en la Segunda División.
Así, el cuerpo técnico se asegura de que los chavales no pierdan ritmo de juego a pesar de contar con pocos minutos en la máxima categoría. Por un lado aprender de los jugadores del primer equipo y en algunos partidos pueden viajar con ellos e incluso tener oportunidades; mientras que por otro siguen mejorando en su juego al ser titulares de manera frecuente en un equipo de Segunda como es el Real Madrid Castilla. Y es que la división de plata también va a servir para que estos jugadores den un paso adelante en su progresión diaria.
Además, este procedimiento no queda limitado al primer filial, porque en el caso de Pacheco, Omar, Derik Osede, De Tomás o Benavente también está sucediendo con el Real Madrid C. En la práctica Toril cuenta con ellos y tiene prioridad para recurrir a su participación si lo necesita, pero en caso de descartarlos una semana, el técnico del C, José Manuel Díaz, puede contar con ellos. De esta forma, todos salen ganando, especialmente los futbolistas, inmersos en unos momentos clave para que su carrera siga un buen camino.
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