Tras 13 jornadas recibiendo goles, los de Toril consiguieron cerrar a cal y canto la portería de Jesús Fernández. El Mirandés apenas tuvo ocasiones y por primera vez en lo que va de campaña el equipo dio sensación de solidez y seguridad.
Después de un mes en el que el filial había recibido 8 goles en 4 partidos, los blancos se pusieron las pilas y fueron un equipo más solidario que nunca. Contra el equipo burgalés se pusieron las bases para conseguir una salvación holgada.
A pesar de todo, el Castilla sigue siendo el equipo más goleado de la categoría con 27 tantos encajados, los mismos que el Guadalajara que ocupa el último lugar de la clasificación. Habrá que seguir perfeccionando los progresos defensivos para no sufrir en el futuro.
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