Un punto de sabor agridulce

Puede marcar o no, pero no cabe duda que el Castilla se siente más cómodo cuando tiene a Morata como delantero. El ‘9’ es la referencia del equipo de Toril, indiscutible y de imposible sustitución. No hay más que ver la forma en la que afrontan los propios integrantes del equipo los partidos cuando tienen a su verdadero delantero arriba. Morata se ha convertido en un especialista en aguantar balones para la llegada desde segunda línea de sus compañeros, un auténtico alivio para un Castilla muy necesitado de puntos.

Sin ir más lejos, fue el propio Morata el que tuvo la primera gran ocasión del partido. Un remate de cabeza a centro de Juanfran que salió rozando el poste derecho de la portería local. Eso sí, todavía estaba muy fresco en Toril y en la afición al Castilla la forma en la que el filial se dejó remontar el pasado fin de semana ante el Numancia, con el balón parado como brazo ejecutor. Esta vez, el equipo mostró intención, aunque ni siquiera eso evitó que Toril tuviera que cerrar los ojos cuando un balón aéreo sobre la meta de Mejías terminó con un cabezazo de Ruso que se marchó fuera.

El partido amenazaba a gol tanto por un bando como por el otro. Si Quique y Matilla se encontraban con los postes de la portería de Mejías, el primero en un mano a mano, y el segundo en un lanzamiento de falta, el Castilla respondía con un gran pelotazo de Álex Fernández con la izquierda que si no entró en la meta del Murcia fue porque Javi se tomó esa parada como un reto personal.

El Murcia salió a por todas en la segunda parte, aunque la verdad fue que Mejías apenas tuvo que intervenir a lo largo de los segundos 45 minutos. El buen hacer de Nacho en el centro de la defensa evitó males mayores en varias ocasiones, especialmente en varias pugnas que tuvo con Quique, de las que casi siempre salió vencedor.

Eso sí, las dos mejores ocasiones para ganar el partido fueron para el Castilla. Primero la tuvo Morata que, tras dejar atrás a la defensa local, disparó con la puntera del pie y encontró la respuesta de Javi. Y, sobre todo, en el minuto 88, fue Denis el que tuvo la gran oportunidad de haberle permitido al Castilla sumar tres puntos sobre la bocina, sin embargo, cuando todo parecía factible para que anotara el 0-1, el balón acabó estrellándose en el poste, dejando una sensación agridulce en el ambiente por el resultado final. Un punto siempre es un punto, pero éste dejó un mal sabor de boca.