Don Alfredo, 88 años de leyenda blanca

La Saeta Rubia fue el hombre que cambió la historia del Real Madrid


Di Stéfano




Di Stéfano y Florentino Pérez

Muchos goles, muchos triunfos y muchos títulos. Así es como se define la vida de Don Alfredo Di Stéfano. Pero sobre todo, mucha admiración por parte del madridismo y por parte de todos los amantes del fútbol. Porque la 'Saeta Rubia', además de una gran persona, fue el mejor futbolista de todos los tiempos, el hombre que sentó las bases del Real Madrid que conocemos en la actualidad. El madridismo sólo puede estar agradecido por todo lo que Di Stéfano hizo por el club blanco, y con una sensación de tristeza y emoción a un tiempo por el adiós de una leyenda.

Di Stéfano nació en Buenos Aires un 4 de julio de 1926 en el seno de una familia humilde. Desde bien pequeño ya le daba patadas a un balón, pero no fue hasta los 15 años cuando ingresaría en las categorías inferiores de River Plate. Tras una cesión en Huracán, la 'Saeta' se convirtió en el líder de River, pero una huelga en el fútbol argentino propició su marcha a Millonarios de Bogotá en 1949.

Fue en una gira por Europa durante esa época cuando Santiago Bernabéu quedó deslumbrado por el futbolista total. El presidente del Real Madrid encargó a Raimundo Saporta el fichaje del argentino, al que también quiso el FC Barcelona. Los blancos llegaron a un acuerdo con Millonarios, mientras que los catalanes llegaron a un acuerdo con River Plate, propietario de los derechos FIFA del jugador. Finalmente, se acordó que Di Stéfano vistiera la elástica del Real Madrid y del Barcelona por periodos alternativos de dos años, una situación que el Barcelona no aceptó.


Di StéfanoAsí, Di Stéfano llegó al Real Madrid y llevó al equipo blanco a ganar, durante 11 temporadas, un total de ocho Ligas, cinco Copas de Europa, una Copa Intercontinental, una Copa del Generalísimo y dos Copas Latinas. En 1964, se marchó al Espanyol. Tenía 38 años y lo había conseguido absolutamente todo como jugador, incluidos dos Balones de Oro. Posteriormente, seguiría ligado al fútbol como entrenador, dirigiendo a clubes como el Boca Juniors, el Valencia, el River Plate o el Real Madrid entre otros. Con el club blanco, volvió a ganar como entrenador una Supercopa de España.

El peor trance de su vida fue, sin lugar a dudas, el secuestro que sufrió en Caracas en 1963. Fueron dos días de angustia que finalmente terminaron con final feliz. En el año 1989, sería nombrado Super Balón de Oro, mientras que en el 2000 llegaría el colofón a toda una vida de éxitos ligada al Real Madrid. Florentino Pérez le nombró entonces presidente de honor del Real Madrid, cargo que ha mantenido hasta el mismo día de su fallecimiento.

Este martes es un día triste para el madridismo, Don Alfredo nos ha dejado y se ha reunido con otros mitos blancos como Santiago Bernabéu. Pero su legado perdurará para siempre. Gracias, viejo. Descansa en paz.