Sergio Ramos, el gol que valió por 'diez'

DC repasa los goles más importantes en la historia del Real Madrid





Todo comenzó el 25 de abril de 2012. En la vuelta de las semifinales de la Champions League, también ante los alemanes, Sergio Ramos lanzaba el cuarto penalti de la tanda fatídica y lo mandaba al limbo. A continuación, Schweinsteiger batía a Casillas y eliminaba al Real Madrid de un nuevo intento por lograr la gran obsesión: la Décima.

“La Champions me debía una”, dijo. Y además, ante el mismo equipo, misma ronda, ante un portero que se vaciló del defensa entonces por las redes sociales, en el mismo partido, el de vuelta… y encima a Guardiola. Sin duda, sus dos testarazos combinados con todos los anteriores ingredientes el pasado 29 de abril, bien valía esa frase. Pero el destino, y la Liga de Campeones en particular, se la iban a devolver como merecen los grandes.

“La Champions me debía una”. Y con intereses se la dio.


Sergio Ramos no había comenzado como le hubiese gustado la temporada. Su explosividad y su seguridad atrás se habían puesto en entredicho, sobre todo por el alto rendimiento de su compañero de andanzas Pepe. En el silencio y la profesionalidad, el sevillano siguió trabajando para encontrar su mejor versión. Ajeno de complejos y a las malas lenguas, las bocas las fue callando a medida avanzaba el curso y las fue humillando en los últimos meses de competición hasta el momento culmen.

“La Champions me debía una”, comentó unas semanas antes de que Modric lanzara aquel córner desde el lado derecho en el estadio Da Luz en el minuto 93 del 24 de mayo. La pelota arqueó el aire y ‘aterrizó’ en la cabeza de Ramos para cubrir de gloria su imagen y la del Real Madrid. Gol, prórroga y supresión de la ansiedad. Todos daban por hecho que el Alético de Madrid no tenía nada que hacer en la media hora extra.

El madridismo al completo giró el cuello con el de Camas y seguro que ninguno vio su celebración en directo. Lo que acababa de conseguir Sergio era algo más que sentimientos, impedía seguir mirando la televisión y te obligaba a abrazar al que tuvieras al lado. No fue un simple gol. Fue un gol para la historia del mejor club de la misma.

“La Champions me debía una”. Se lo dio de la mejor manera existente. De esas veces que te cuesta no creer en el destino y que esas historias solo pasan en las películas. Una película que impregnó de felicidad extrema a millones de aficionados merengues, y a Florentino Pérez en particular.

Ramos, estás en paz con la Champions. Ahora, el madridismo te debe ‘diez’.