El ‘ Buitre' ya había debutado con el primer equipo y su participación y la de sus compañeros de ‘Quinta' ya había tenido un efecto inmediato y positivo para el Real Madrid. Pero no sería hasta el 12 de diciembre de 1984 cuando se iba a plasmar de forma definitiva. Aquella noche los madridistas tenían ante sí un reto mayúsculo: remontar un 3-0 adverso para superar los octavos de final frente a un Anderlecht muy seguro de sí mismo después del buen resultado cosechado en Bélgica.
En la gran noche del ‘miedo escénico' Butragueño marcó tres goles en su nacimiento como estrella europea, pero pocos recuerdan que Manolo Sanchís marcó el primero, uno de los pocos que hizo en su dilatada carrera. Amancio, técnico merengue en aquella época, admitió que el desafío era "difícil, pero no imposible". No se equivocaba porque sabía de qué eran capaces los suyos.
Esa misma temporada, en semifinales, esperaba un Inter con mucha solera y grandes futbolistas. En el Giuseppe Meazza se cayó por 2-0 y, desde que terminó el partido, Juanito ya pensaba en la remontada "90 minuti en el Bernabéu son molto longos", avisó aun jugador italiano en el túnel de vestuarios del estadio italiano en la que se convertiría en una de sus anécdotas más recordadas.
Efectivamente, al Inter se le hizo muy largo el encuentro de vuelta. El doblete de Santillana y un gol de Michel eliminó a los transalpinos y puso a los merengues en disposición de hacerse con su primera Copa de la UEFA. Pero las remontadas no se habían acabado. Ni mucho menos. Al año siguiente el ciclón madridista volvería a rugir.
El 11 de diciembre de 1985, poco más de un año después de la exhibición ante el Anderlecht, el conjunto blanco quedaba abocado a una nueva gesta. Se cayó por un contundente 5-1 ante el Borussia Moenchengladbach. Un resultado que convirtió en prudentes a los más optimistas, pero que no hizo perder la fe al vestuario merengue. "O nos sale el partido redondo o desastroso", avisó Juanito antes de la vuelta. Volvió a ser lo primero.
En un encuentro vivido al borde de la locura el propio Juanito y José Antonio Camacho se erigieron como líderes. Valdano hizo los dos primeros tantos, pero el tercer gol se hizo esperar. Santillana lo marcó a 12 minutos del final. En el instante final, en una jugada embarullada Santillana decantó la eliminatoria por el valor doble de los goles en campo contrario ante un Santiago Bernabéu enfervorecido.
El Inter volvería a ser rival en la penúltima ronda del torneo. El Giuseppe Meazza volvió a ser un infierno para el cuadro merengue que cayó derrotado por 3-1. No obstante, el tanto logrado por Jorge Valdano daba permiso para albergar bastantes esperanzas.
Ni siquiera el ‘catenaccio' italiano pudo parar a los merengues que igualaron la eliminatoria al término de los 90 minutos reglamentarios con un 3-1 . En el tiempo ‘extra' Santillana fue el gran protagonista con dos goles y fijó el definitivo 5-1 en el marcador. Ese año también se ganaría la Copa de la UEFA.
Quizá la más desconocida de las remontadas de aquel decenio mágico fue la que tuvo al Estrella Roja como rival. En territorio serbio se cayó por un contundente 4-2 en la ida de los cuartos de final de la Copa de Europa en el curso 86-87. Era necesaria una nueva remontada, esta vez en el estreno del Real Madrid de la Quinta en la máxima competición continental.
No hizo falta una gran goleada para certificar el pase a semifinales. Un 2-0 con goles de Sanchís ( otra vez) y el siempre capital en estos partidos Butragueño. Lamentablemente, el Bayern de Múnich terminó aquel año con el sueño de la Séptima, que aún debía esperar.
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