Nacido en Constantinopla (actualmente Estambul) en 1926. Se asentó en Madrid a los 15 años junto a su familia. Desde sus tiempos de estudiante en el Liceo francés desarrolló una pasión por el baloncesto que le acompañaría para toda la vida. Físicamente no destacaba por nada especial, pero poseía unas dotes organizativas de lo más destacables. El ser nombrado del Liceo le abriría las puertas de la Federación de baloncesto de la que pronto se hizo un habitual.
Su talento no pasó desapercibido y, con solo 22 años, gracias a sus dotes de organizador , a sus facilidades comunicativas y a hablar perfectamente varios idiomas, se convirtió en vicepresidente. Santiago Bernabéu, quien tenía especial intuición para encontrar grandes talentos tanto en los terrenos de juego como en los despachos no le iba a dejar escapar.
Así, en una visita que el directivo de la Federación realizó a las oficinas del Real Madrid, el máximo mandatario madridista quedó encantado de las aptitudes de Saporta y no dudó en pedirle que ‘fichara' por el conjunto blanco. Corría el año 1953 y a Bernabéu no le importó que aquel muchacho le dijera que no entendía mucho de fútbol. El baloncesto era su gran especialidad.
Así las cosas, ingresó en el club en mayo de ese año y lo hizo como contable y responsable del deporte de la canasta de la entidad de Concha Espina. Uno de sus primeros encargos fue el de ser emisario madridista en las negociaciones para fichar a Alfredo Di Stéfano en el que sería el primero de sus muchos aciertos.
Los jugadores le adoraban. De carácter amable y bondadoso, no le importó en su momento ayudar a Kubala a resolver un problema para traer a su familia a España. Para él, por encima de los colores estaban las personas. Una de las cosas más curiosas que hizo fye abrir una cartilla de ahorros a cada jugador del Real Madrid. En 1956 creo la Liga de baloncesto y también fue uno de los principales contactos madridistas con L'Equipe para crear la Copa de Europa de fútbol.
Uno de sus sueños era trasladar esa competición al deporte de la canasta, algo que no tardaría en conseguir en 1958. Su carácter aperturista se sobrepuso a las limitaciones de la dictadura franquista y el Real Madrid se pudo enfrentar al ASK Riga en dicha competición, en un encuentro que tuvo que suspenderse, a su pesar, tres años antes. En 1962 pasó a ser vicepresidente del Real Madrid.
Bajo su mandato, el basket blanco alcanzó su época más gloriosa, con 12 Ligas. once Copas y cuatro Copas de Europa. En su haber también están la creación del Torneo de Navidad, siendo también pionero en lograr patrocinio para el equipo, así como la venta de derechos televisivos. La organización del Eurobasket en España, en 1973 y el traer un equipo de la NBA fueron también responsabilidad de Saporta
Su sabiduría era solo comparable a su amabilidad y humildad. Cuando Don Santiago Bernabéu falleció, lejos de lo que se esperaba, no asumió la presidencia, pues así se lo había prometido. Prefirió alejarse de los focos, retirarse a una vida tranquila y dejar que fueran otros los que asumieran el mando. Años después, Ramón Mendoza le solicitó encarecidamente que regresara para hacerse cargo del baloncesto, algo que hizo, manteniéndose siempre en un discreto segundo plano y delegando en Pedro Ferrandiz.
Se mantuvo en el cargo hasta 1991, cuando sus problemas de salud le obligaron a la retirada definitiva. en 1995 fue nombrado por aclamación presidente de la FIBA. Un año después, en su Torneo de Navidad recibió un sentido homenaje. Fallecería poco después, el 2 de febrero de 1997 a consecuencia de un problema renal.
Se había ido un hombre poco acostumbrado a los focos. Un hombre sencillo y humilde que era un genio en los despachos y que resultó clave en el desarrollo del Real Madrid durante sus más de tres décadas al servicio del club merengue.
DEJA TU COMENTARIO