Las finales perdidas: 1962, cuando Eusebio derrotó a Di Stéfano

Repasamos la primera final perdida por el Real Madrid en Copa de Europa


Eusebio




El equipo liderado por Di Stéfano que había dominado con mano de hierro las cinco primeras ediciones de la máxima competición continental. El maravilloso 7-3 al Stade de Reims supuso el punto culminante de una generación que no volvería a reinar. Solo Gento seis años después repetiría título con estatus de estrella.

Hasta entonces, el conjunto madridista sufrió una travesía en el desierto en el Viejo Continente por diferentes causas. Para empezar, un arbitraje pésimo en los octavos de final de la competición en 1961 les eliminaría a manos de un FC Barcelona, un conjunto culé que caería ante el gran dominador de los primeros años 60, el Benfica de Eusebio.

El conjunto de la ‘Pantera Negra' había crecido aprendiendo del Real Madrid de Di Stéfano y se impuso al equipo blaugrana en la final por 3-2. Aún así, todavía se esperaba que el pentacampeón de Europa recuperara su trono. La oportunidad les llegaría en 1962 cuando ambos equipos se vieron las caras en una superfinal esperada y deseada por todos.

 


El viejo campeón contra el equipo emergente. La leyenda frente la ambición. En Amsterdam se dirimiría una batalla de proporciones épicas que serviría, bien para que los madridistas volvieran a reinar, o bien para que los portugueses se colocaran en condiciones de iniciar una nueva dinastía.

Fue en Amsterdam un 2 de mayo de 1962. El pronóstico no era nada claro, pero cuando Ferenc Puskas inauguró el marcador cuando apenas se había cumplido el primer cuarto de hora el optimismo se apoderó de muchos madridistas. El genial delantero húngaro hizo el 0-2 cinco minutos después y ‘la sexta' se veía cada vez más cerca. Entonces, apareció Eusebio...

 

Había recogido el testigo de Di Stéfano como mejor jugador de Europa. Su potencia , su habilidad y su energía hablaban de un hombre adelantado a su tiempo. La admiración del astro luso por ‘ La Saeta' era total y quiso demostrarle a su ídolo que era capaz de superarle, aunque su explosión llegaría en una segunda parte para la historia .

Dos minutos después del gol merengue, José Águas hizo el primero de los suyos y en el 34 Domiciano Cavem igualó el choque. El 3-2, obra de Puskas con el que se llegaría al descanso iba a calmar ligeramente a los madridistas, pero las espadas volvían a estar en lo altoi y la tendencia había cambiado.

Eusebio sería el hombre de la segunda parte y nadie podría pararle. Tras regresar de la caseta, Coluna volvió a colocar el empate y, a partir de entonces, la ‘pantera' se desató. Suyos serían los dos goles siguientes en apenas cinco minutos ante un Real Madrid desarbolado, que ya nada pudo hacer cuando los lusos le superaron.

El Benfica había derrocado al rey. Liderado por otra leyenda había vencido al mágico equipo de los cinco entorchados. Era la primera final perdida por un conjunto que, hasta entonces, siempre se había impuesto a esas alturas del torneo. La generación de Di Stéfano tuvo tiempo de despedirse de la Copa de Europa con otra final. Pero eso es otra historia.