Fichajes que no dieron en el blanco: Gravesen

Te presentamos al inventor de la 'Gravesinha'


Gravesen




Thomas Gravesen ( Velje , Dinamarca 1976) no era lo que necesitaba el Real Madrid en el invierno de 2005. Quizá tampoco tenía la categoría para triunfar en el equipo blanco, pero fue un ‘palo de ciego' que no fructificó. Era duro, excesivamente expeditivo y no aportaba salida ni juego en la zona de creación.

El danés comenzó su carrera en el club de su Velje natal en el que estuvo cuatro años. En el invierno del 98 fichó por el Hamburgo alemán en el que estuvo dos años hasta que el Everton se fija en él para reforzar su centro del campo. En Inglaterra se muestra como un jugador fiable que hace muy bien su trabajo aunque no le sobren condiciones técnicas. Su fútbol de fuerza, garra y despliegue físico convencen a los técnicos blancos que buscan que el equipo madridista carbure en la medular.

Gravesen llega al club de la capital en el mercado de diciembre a cambio de tres millones y medio de euros, una cantidad baja, pero que no se amortizó. En el terreno de juego se le vio poco, pero dejó huella. El equipo de ‘El Día Después' ( por aquel entonces en un programa llamado Maracaná) se fijó en su forma de comportarse sobre el terreno de juego. Los reportajes obtuvieron mucha fama y sus visitas se cuentan por millares en Youtube. El más famoso de ellos es el de la ‘Graveshinha' un peculiar regate involuntario que causó furor entre los amantes del deporte rey con mucho sentido del humor.

En el plano deportivo, Gravesen no hizo nada del otro mundo en el conjunto blanco. 17 partidos en dos temporadas fue su pobre bagaje con la elástica de la escuadra merengue. Ante estas ‘credenciales' quizá tardó demasiado en abandonar el Real Madrid y cuando lo hizo su destino fue el Celtic de Glasgow.

Curiosamente, después de irse del conjunto blanco llegó a decir que no era un especialista defensivo y que su perfil no era el que necesitaba el Real Madrid. Si lo hubiera dicho antes de firmar,él no habría perdido dinero ni el jugador tiempo, pero los espectadores nos habríamos perdido la ‘Gravesinha'.