Hace 55 años, el 18 de mayo de 1960, el Real Madrid se convirtió en pentacampeón de Europa gracias a una exhibición futbolística ante el Eintracht de Frankfurt. Los blancos volvieron a coronarse reyes del continente y, aunque los alemanes se adelantaron, tres goles de Di Stéfano y cuatro de Puskas permitieron que se levantara de nuevo el trofeo.
Esta brillante actuación ha sido catalogada como uno de los mejores partidos de fútbol de la historia. Antes del encuentro ante el Eintracht en el Hampden Park de Glasgow, los madridistas tuvieron que eliminar a Jeunesse Esch, Niza y Barcelona. Al equipo blaugrana se le derrotó en semifinales con un doble 3-1. El máximo goleador de la edición fue Puskas, con 12 tantos.
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