1962: El Madrid aprendió a perder una final europea

Repasamos los mejores momentos de la historia del Real Madrid a través de sus fotos


El Real Madrid perdió ante el Benfica la final de la Copa de Europa de 1962




El Real Madrid supo reponerse muy bien tras el varapalo que acaeció en los octavos de final de la Copa de Europa de la temporada 1960/61. El pentacampeón de Europa mantenía en sus filas a su columna vertebral formada por jugadores como Santamaría, Pachín, Puskás, Gento o Di Stéfano; por lo que el equipo volvió a dar el 'do de pecho' en la máxima competición continental. De hecho, los blancos adquirieron su billete para el torneo gracias a que se proclamaron campeones de Liga la temporada anterior, de forma que por séptima campaña consecutiva participaron en él.

En este sentido el equipo sólo tuvo una pequeña desventaja respecto a las seis ediciones anteriores, pues en esta ocasión se vieron obligados a jugar por primera vez la fase previa de dieciseisavos de final. Fue una pequeña incomodidad que no llegó a mayores, ya que el rival fue el Vasas de Budapest, un conjunto que acabó siendo un magnífico aperitivo para abrir boca. Los de Miguel Muñoz se deshicieron de ellos sin demasiados problemas con un 0-2 en la ida y un 3-1 en el partido de vuelta, por lo que lograron una nueva clasificación para los octavos de final, donde siempre habían comparecido.

En la siguiente ronda les esperaba el Odense, un equipo que les dio aún menos problemas que los húngaros. En el partido en suelo danés el Real Madrid ya sentenció con una victoria por 0-3, aunque en la vuelta el equipo no se conformó y continuó pisando el acelerador para hacerle otros ¡9 goles! a su rival. Di Stéfano (3), Del Sol (2) y Gento (2) fueron los más destacados en esta histórica goleada europea (9-0) como preludio a unos cuartos de final de infarto. Y es que en ellos esperaba la Juventus de Turín, un conjunto temible que iba a ser otra historia muy diferente para los campeones españoles.

El portugués Eusebio dispara a puerta durante la final de Copa de Europa de 1962
El portugués Eusebio dispara a puerta durante la final de Copa de Europa de 1962.

Cuando el Real Madrid logró salir con un 0-1 del partido de ida en el estadio Comunale nadie podía esperar que la eliminatoria se iba a torcer de la forma en que lo hizo. Pero la 'Vecchia Signora' logró lo impensable solo siete días más tarde y con un gol del delantero Sivoli (0-1) logró la primera victoria foránea de un equipo en el Bernabéu en la Copa de Europa. Así que todo se tuvo que decidir en un encuentro de desempate que se jugó la semana siguiente en el Parque de los Príncipes de París. Allí el Real Madrid hizo valer su experiencia y calidad para superar a su agresivo rival gracias a los goles de Felo, Del Sol y Tejada (3-1).


Los blancos ya estaban en semifinales, fase en la que debían medirse al conjunto belga del Standard de Lieja. A priori su nombre no asustaba demasiado y lo cierto es que a la hora de rodar el balón se confirmó que este equipo no estaba a la altura de su rival. En el choque de ida los españoles avasallaron a los belgas y les endosaron una goleada de 4-0 con tantos de Tejada (2), Di Stéfano y Casado. Fue un severo correctivo que dejó todo visto para sentencia de cara al partido de vuelta, si bien el Real Madrid no bajó su intensidad y también se llevó la victoria (0-2) de su visita al estadio Sclessin. En él el campeón español lució su fútbol y aprovechó dos remates de Puskás y Del Sol para confirmar de forma brillante su clasificación para una nueva final europea, la sexta en siete años de historia.

Así pues, el Real Madrid se presentó el 2 de mayo de 1962 en el Olímpico de Amsterdam con las ilusiones puestas en ganar su sexto entorchado europeo. Pero enfrente estaba el vigente campeón europeo, el Benfica. Un equipo temible que tenía en Eusebio y Coluna a sus hombres más peligrosos. Era, por tanto, el partido de partidos, el choque entre los dos únicos campeones de la competición y un duelo que medía a las dos grandes estrellas del fútbol europeo de la época: Alfredo Di Stéfano y Eusebio. Sin embargo, desde el inicio Puskás demostró querer acaparar el protagonismo. Suyos fueron los tres goles madridistas, todos ellos en la primera parte. Los madrileños incluso llegaron a tener una ventaja de 0-2 (min. 23) y 2-3 (min. 38), pero les acabaría faltando fuelle para conservarla.

Y es que en la segunda parte el conjunto portugués bordó el fútbol y logró arrinconar al glorioso equipo merengue. Primero Coluna logró empatar el partido al poco de su reanudación y poco depués el madridista Casado se lesionó y dejó a los suyos con diez hombres en el campo. Demasiado 'castigo' para el equipo español, que en el minuto 68 vería cómo Eusebio le daba la vuelta al partido al ejecutar con precisión un penalti bastante discutible. Fue el penúltimo golpe antes de que este mismo delantero lograra el 5-3 definitivo tras una buena jugada ensayada de los lusos. Ni la suerte ni el fútbol habían estado en esa ocasión con el Real Madrid, por lo que los Di Stéfano, Puskás y compañía aprendieron a morder el 'polvo' en una final europea. En 1962 el pentacampeón no era el mismo equipo infalible de antaño, sino un conjunto al que los años ya le estaban empezando a pasar factura.