Ambos equipos se veían las caras por segunda vez en una final después de que los blancos se cargaran al equipo francés en la final de la Primera edición disputada en 1956. El Real Madrid se adelantó pronto con un gol de Mateos y Di Stéfano sentenciaría la victoria madridista con un tanto en la segunda mitad.
El trayecto hacia la cuarta Copa de Europa no fue nada sencillo; el Real Madrid eliminó al Besiktas, al Wiener SK y al Atlético de Madrid en semifinales. Los merengues lograron solventar una dura eliminatoria de semifinales contra los atléticos ganando por 2-1 en un partido de desempate jugado en Zaragoza.
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