El actual presidente blanco se presentaba a las elecciones con un lema: “en el Madrid tienen que jugar los mejores jugadores del mundo”. Más de 16.000 socios le votaron desbancando a Lorenzo Sanz pese a que el Madrid venía de ganar la octava Copa de Europa en París. Florentino fue claro durante la campaña: “Si soy presidente del Real Madrid, Luis Figo jugará en el Bernabéu. Si no es así, pagaré la cuota de socio a todos los abonados esta temporada”.
Gaspart asistía impotente desde Barcelona; Figo caía en las ‘redes’ del flautista Florentino, y el Madrid le arrebataba al Barcelona uno de los mejores jugadores del mundo. 10.000 millones de pesetas tuvieron la culpa. El madridismo se frotaba los ojos. El portugués que tanto daño les había causado en los últimos años cambiaba el azulgrana culé por el radiante blanco madridista.
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