Echa a andar la Peña Madridista Tomás Roncero

Afincada en Alameda de Osuna, es la primera de la Comunidad de Madrid dedicada al periodista del diario AS, y Defensa Central estuvo en exclusiva en la presentación





n la tarde de ayer jueves fue cuando se presentó en sociedad esta nueva peña madridista, y desde luego que ese primer paso no pudo ser más firme. Y es que a los doscientos socios con los que ya cuenta, se unieron numerosas personalidades del madridismo y del periodismo para celebrar este 'nacimiento'. En representación del club merengue acudieron nada menos que Antonio Ferrándiz, José Luis Peinado, Antonio Ruíz, Manolo Velázquez, Rubiñan, y Sánchez Barrios, mientras que, además de contar con la presencia de Defensa Central, en el acto también estuvieron algunas de las personalidades de referencia en el periodismo actual como Alfredo Relaño y Pedro Pablo San Martín, director y subdirector del diario As respectivamente.

El acto se celebró en el restaurante 'El Valle Hermoso' de Alameda de Osuna, donde está afincada esta peña madridista que es la primera de la Comunidad de Madrid dedicada al periodista del diario As. Al comienzo de la presentación fue Antonio Esteban Ruíz -presidente de esta peña madridista- el que presentó a Tomás Roncero y le hizo entrega de una placa conmemorativa por ser el Presidente de Honor, para que después fuera el propio Roncero el que se dirigiera a los presentes. El periodista agradeció la invitación y aprovechó para dar un particular repaso a la actualidad y el modelo del Real Madrid a día de hoy que dejó con la boca abierta a los presentes.

La anécdota llegó cuando se agotaron los turnos de palabra, pues el partido del Real Madrid en Getafe comenzó a cobrar protagonismo. Y lo hizo desde una televisión a la que se pegaron todos los asistentes, como no podía ser de otra manera. Afortunadamente para todos los que allí se congregaron y para el resto de aficionados del Madrid el resultado no pudo ser mejor. La Peña Madridista Tomás Roncero de Alameda de Osuna les dio suerte a los de Pellegrini... ¡larga vida entonces!