Sensaciones vividas y nunca olvidadas





He tenido el gran privilegio de poder asistir en directo en el Santiago Bernabéu al partido Real Madrid - Almería de la temporada 2009/2010 y a día de hoy todavía me siento como en una nube. Es maravilloso el ambiente que se respira antes del partido, los nervios de esperar a que pase el autobús de los jugadores, correr por la tienda oficial para comprar una bufanda porque la tuya te la olvidas en el hotel (jeje, es que soy muy despistada), pasar el torno de la puerta de acceso y subir las escaleras escuchando el rumor de la afición y acceder a las gradas y encontrarte al equipo calentando antes del partido, os aseguro que casi se me sale el corazón del pecho.

Estuve en un sitio maravilloso, en el primer anfiteatro y justo donde celebraron sus goles Benzema y Cristiano, casi no me lo podía creer. Fotos, fotos y más fotos, salen los equipos al campo y suena el himno del centenario, que aunque no pega mucho se te ponen los pelos de punta igualmente. Y llega el momento, gol de Sergio Ramos, volteretas y yo casi me caigo a las filas de delante dando saltos. Y después los goles del Almería, y la afición...sin calificar, mejor me lo ahorro. Después los goles del Madrid y entonces sí que empiezan a animar, claro, cuando se gana es mas fácil animar.

Cuando terminó el partido, aparte de las emociones ya relatadas me preguntaba ¿porqué se ha acabado tan pronto?

Y al día siguiente, cuando no me había recuperado de la emoción, me encuentro en Valdebebas para ver el partido RM Castilla - Las Palmas. Eso ya fue el no va más. Nada más entrar por los tornos marca el Castilla, y ya en el estadio marcan 2 goles los otros, pero los chavales, en vez de aplanarse, se fueron arriba y ganaron 3-2.

Tenemos unos jugadores fuera de serie, si en la tele gustan, en directo te hacen soñar. Como yo digo, mi ojito derecho, Samu, es indescriptible, siempre corriendo, buscando el balón, defiende las faltas... y que decir de Marcos Alonso, tuve la suerte de estar sentada en la banda donde estaba el en la segunda parte y se caen las babas viéndolo, como baja el balón, como sabe donde están sus compañeros y como se ofrece siempre. Mención extra para Rodrigo Moreno, Cristian y Juan Carlos.

Después de este partido, pude pedirle a algunos jugadores un autógrafo, tengo que decir que son lo mejor del mundo. Te reciben con una amplia sonrisa, no les importa parar sus coches y bajar la ventanilla para firmarte (y os aseguro que hacía un frío infernal) y si les das las gracias y la enhorabuena por la victoria les cambia la cara.

Este fin de semana ha sido el mejor de toda mi vida y he conocido a gente maravillosa.
 
Gracias a todos.