Tras hacerse con el octavo entorchado europeo , en esta ocasión el rival en la Intercontinental sería el Boca Juniors de Palermo y Riquelme . Se viaja a Tokyo en noviembre de 2000 esperando conquistarla, pero , desafortunadamente, vienen mal dadas desde muy pronto. Sendos tantos de Martín Palermo acaban con el sueño madridista , haciendo inservible el gol de Roberto Carlos.
Con Florentino Pérez llegan los grandes fichajes. Primero lo hizo Luis Figo, en el verano de 2000, a través de un puente directo desde Barcelona que conmocionó al fútbol español y el panorama internacional. Sin embargo, esa temporada no hay suerte en Champions y se cae con honor ante el Bayern de Munich en una disputada eliminatoria.
La alegría para el Madrid de Luis Figo llega con la conquista de la Liga, aunque en el madridismo permanece la sensación de que pronto se asaltara la competición europea. No están equivocados. Zinedine Zidane ficha por el Real Madrid en el traspaso más caro de la época. Pero nada era suficiente para celebrar el centenario. Los más pesimistas y agoreros llegan a decir que sobra, que su firma fue un error o que Del Bosque no sabe donde colocarlo...
El francés con el paso de los partidos pone fin a este tipo de debates absurdos y ayuda a que el Real Madrid culmine una conquista muy especial. En la primera fase de la Liga de Campeones tocan el Lokomotiv de Moscú , el Anderlercht y la Roma de Capello. El estreno en la máxima competición continental se produce el infausto 11 de septiembre de 2001, después de los atentados de las Torres Gemelas, ante los italianos.
Primera y segunda fase superadas con autoridad
El 2-0 de un conjunto merengue que en esa fecha jugó sin patrocinador en la camiseta porque en ese momento se buscaba uno para el año del Centenario. La victoria en el Olímpico con tantos de Guti y Figo. Las dos goleadas siguientes a Lokomotiv y Anderlecht por 4-0 y 4-1 ponen de manifiesto que el Madrid es cosa seria.
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Los belgas vuelven a ser la víctima propicia en su estadio para que el Madrid brille y venza por 0-2 con tantos de Roberto Carlos y McManaman. Con la clasificación en el bolsillo Zidane debuta en el Bernabéu ante la Roma después de cumplir una antigua sanción con la Juve, contribuyendo al empate con los romanos. La última jornada se salda con derrota por 2-0 en el trámite ruso.
Oporto, Sparta de Praga y Panathinaikos serían los rivales de la segunda ronda . Para empezar, golpe de autoridad en Praga y partidazo de ‘Zizou' que en noviembre ya ha callado muchas bocas. Los griegos en el Santiago Bernabéu también son incapaces de discutir a un excelso Raúl y una sufrida victoria ante el Oporto en casa sella prácticamente el pase a la siguiente ronda. Aún así, en la segunda fase de grupos dio tiempo para ganar en Das Antas y al Sparta en casa y para el debut europeo de un joven Portillo en Grecia.
En los cuartos, toca coco y revancha del año anterior: espera el Bayern de Munich. Se cae en munich en un bravo partido en el que César Sánchez ejerció de héroe como una gran actuación y un penalti parado.
En el encuentro de vuelta el Madrid saca a relucir todo su potencial para ganar 2-0 y tomarse cumplida venganza de los todopoderosos alemanes. Los goles de Helguera y de Guti ahogaron a los germanos en una exhibición de los blancos. Y después de este gran primer plato, aun quedaba el segundo... Todo un clásico frente al Barça de Van Gaal, Kluivert y el ‘anti-Zidane' Saviola.
Doble clásico en semis
Curiosamente la ida se celebró un 23 de abril (día de Sant Jordi) en el Camp Nou y lejos de lo que pensaban los azulgrana, no hubo nada que celebrar. Al contrario. El Madrid empezó algo titubeante , pero en una buena segunda mitad disipó todas las dudas y primero Zidane y despues ‘Macca' colocaron el 0-2 en el marcador. En sólo 30 minutos los blancos disiparon todas las cuestiones y dejaron la eliminatoria prácticamente vista para sentencia.
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Quince días después no hubo sorpresas y el partido tuvo más tensión que juego. Raúl González fue el encargado de enterrar las esperanzas del Barcelona, que se conformó con lograr el empate a través de un tanto en propia puerta de Helguera. Vencer a su verdugo en la última edición y al máximo rival era grandioso, aunque aún quedaba un escollo más para llegar a la Novena: la sorpresa de aquella edición , el enigmático y complicado Bayer Leverkusen.
La finalísima de la Champions League de 2002 se jugaría un 15 de mayo (día de San Isidro), lo que hacía presagiar algo bueno. El encuentro con los alemanes no iba a resultar sencillo. Ni mucho menos. Hombres como Ballack o Lucio ya empezaban a mostrar sus credenciales y estaban dispuestos a todo con tal de aguar la fiesta madridista. Glasgow era el escenario ideal para que las estrrellas merengues lograran el gran objetivo del Centenario y se redimieran de la Liga y la Copa del Rey perdidas.
En quince minutos locos dos goles, uno por cada equipo, evidencian la tremenda importancia del choque. El primero en adelantarse fue el Madrid ,que en una pillería avispada de Roberto Carlos y Raúl desharía el 0-0. Pero si hay algo que caracteriza a los equipos teutones es que nunca se rinden y cinco minutos después Lucio aprovecharía un error de la zaga blanca para reinstaurar la igualada.
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Los nervios y las imprecisiones se apoderaron de ambos conjuntos hasta llegar al borde del descanso cuando se ‘el mago' Zidane destapó el tarro de las esencias. Enganchó un balón imposible en la frontal y en un movimiento complicado de hacer hasta en los videojuegos, mandaría el balón al fondo de la red en lo que sería el tanto más recordado de su prolífica carrera deportiva.
Si en la primera parte fue ‘Zizou' el que se ganó por derecho propio la entrada con letras doradas al Olimpo madridista, en la segunda Iker Casillas se convertiría en protagonista. El cancerbero mostoleño no estaba pasando por su mejor época en el Real Madrid y encontraría en Glasgow para empezar a mostrar lo que es a día de hoy: una leyenda.
A pocos minutos del final César se tuerce el píe en una salida, lo que obliga a Del Bosque a ‘tirar' del joven Casillas. El chico no sólo cumple sino que hace un milagro con dos paradas históricas y contribuye de forma decisiva para que el Madrid se hiciera con la Novena. Esta Champions significaría la tercera para Roberto Carlos, Raúl y Morientes, la segunda para Iker y la primera para Zizou y Figo. Nueve veces campeón de Europa es un hito histórico del que nadie, salvo los blancos, puede presumir. Y la Décima llegará. Más temprano que tarde. Ya lo saben, el Madrid siempre vuelve.
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