La tercera Copa Intercontinental

Ronaldo, Figo , Zidane y compañía lograron el cetro mundial con su victoria al Olimpia de Asunción paraguayo


Ronaldo Nazario




La victoria en la Champions League ante el Bayer Leverkusen había puesto al Real Madrid en la cúspide europea. Cracks mundiales se daban cita cada dos semanas en el Santiago Bernabéu para asombrar al madridismo. Si en 2000 había llegado Luis Figo procedente del eterno rival y en 2001 se incorporó al gran Zinedine Zidane. Para el año del Centenario el club no escatimó esfuerzos y en el verano de 2002 se puso manos a la obra para firmar a uno de los mejores goleadores de la década:Ronaldo Nazario.

Ronaldo : la ‘guinda' galáctica

Ronaldo, quien había vuelto a mostrar la mejor versión de sí mismo en el Mundial de Corea y Japón, era un ariete más que apetecible y tras manifestar su deseo de abandonar el Inter de Milán.

El brasileño era una opción de mercado que los dirigentes madridistas no podían obviar. Y no lo hicieron, aunque su llegada a la entidad de Concha Espina no iba a resultar precisamente sencilla. Tras duras negociaciones con Moratti, el último día del mercado y a pocas horas de cerrarse el plazo, Ronaldo es fichado por la entidad madridista.


Unos meses después, cuando se acercaba diciembre, se comenzaba a percibir en el madridismo una sensación de responsabilidad de cara a la denominada Copa Toyota. Había que ganarla.

Hasta el propio Ronaldo, un recién llegado por aquella época, era consicente de la importancia de que el Real Madrid levantara ese título e incluso llego a asegurar días antes del encuentro que había llegado al Madrid para "jugar partidos como este" al tiempo que manifestó la intención del equipo de ganar su tercera Intercontinental. Es lógico que estuviera tan ilusionado con el trofeo pues se jugaba en el Yokohama Stadium, el escenario en el que unos meses antes confirmara su resurrección marcando dos tantos a Alemania en la final del Mundial.

La plantilla, además, tenía ganas de revancha pues muchos querían olvidar la derrota ante el Boca Juniors que los blancos cosecharan dos años antes. No era la misma situación y había motivos para ser optimistas porque en el verano de 2002 se conquistó la Supercopa europea ante el Feyenoord holandés.

El rival no era un ‘coco' como pudieran parecer el Vasco de Gama, el Peñarol de Montevideo o el propio Boca Juniors. Se trataba del Olimpia de Asunción , un equipo paraguayo que también se encontraba celebrando su Centenario y que buscaba sorprender al conjunto blanco. No obstante, tampoco era un equipo cualquiera y merecía ser tenido en cuenta porque la Copa Libertadores no se consigue en una tómbola precisamente.

Partido de ida y vuelta

Así las cosas, un 3 de diciembre de 2002 en el mencionado estadio de Yokohama se disputó el encuentro. Zidane, Roberto Carlos, Ronaldo (con ganas de sentenciar el Balón de Oro), Figo o Raúl conformaban un equipo de ensueño perfectamente capacitado para darle el triunfo a los madridistas. Los de Del Bosque empezaron con ganas de agradar y domaron la pelota en los primeros compases. Los japoneses agradecián con aplausos el gran juego de los madridistas.

Sin embargo, el Olimpia era consciente de sus limitaciones y sabía muy bien cuales eran sus bazas para ganar el partido: esperar atrás y el contragolpe. De esta forma llegó el primer aviso de los paraguayos en el primer minuto de partido. El ‘Santo' Casillas se encargó de desbaratarla con uno de sus habituales milagros.

Los blancos no tardaron en despertar y plantearon un encuentro de ida y vuela que sería beneficioso para el mejor ‘golpeador'. Un Roberto Carlos que se movía como pez en el agua en esos ambientes era una navaja suiza por la izquierda y resultó clave para el primer tanto de Ronaldo.

El lateral se coló por la zurda, centró para Raúl, el ‘7' dejó pasar el balón y ‘El Fenómeno' fusiló al guardameta del equipo paraguayo. Primer tanto y el autor y los protagonistas eran los esperados.

El Madrid dominaba , pero el Olimpia se resistía a rendirse. Casillas prosiguió con su partidazo y libró a los blancos de algún que otro susto desagradable. La segunda parte si daba otras sensaciones. Los madridistas llegaban a la meta del conjunto sudamericano con facilidad. Un pase de Figo (el mejor de su equipo en los segundos 45 minutos ) fue aprovechado por Guti para que el mediapunta de Torrejón sentenciara el choque.

No hubo tiempo para más y el Olimpia tuvo que claudicar ante el poderío madridista.Después, celebración, Ronaldo es nombrado como mejor del partido y el conjunto madridista se hace con su tercera Intercontinental. Un buen broche para un gran año del Centenario.