Fernando Redondo, el ‘príncipe’ madridista

Su elegancia y categoría en el puesto de mediocentro


Fernando Redondo




Fernando Carlos Redondo Neri nació en Buenos Aires el 6 de julio de 1969. En la pequeña localidad de Adrogué dio sus primeros pasos en el mundo del fútbol. Soñando con jugar en Independiente, la cancha del Talleres de la Escalada se convirtió en su particular escenario desde el que asombrar al público. Su padre le llevó a hacer una prueba a Argentinos Juniors de la que el joven Fernando salio victorioso y con una plaza en las categorías inferiores del equipo.

A partir de entonces fueron pocos los que dudaron de la enorme calidad de Redondo. Debutó en la Primera División argentina con 15 años ante Gimnasia La Plata y pronto fue considerado como una de las grandes esperanzas de la albiceleste.

Acostumbrado desde muy joven a llevar el ritmo de los partidos. Con una cabeza privilegiada, no sólo se preocipaba de jugar sino que sabía perfectamente como hacer que sus compañeros fueran mejores en el terreno de juego.

Como todos los grandes jugadores sudamericanos, las propuestas para jugar en Europa serían muchas. El equipo más listo de todos fue el Tenerife que aprovechó para traerlo gratis para España. Xavier Azkargorta conocía las condiciones de este espectacular mediocentro, pero seguro que no se podía ni imaginar donde estaba el techo de Fernando Redondo. Con el conjunto isleño debutó en la Liga Española, siendo uno de los artífices de aquel equipo de calidad y toque que le birló dos campeonatos de la regularidad al Real Madrid en la última jornada.


El Tenerife de Redondo siempre será recordado en los primeros años de los 90 por su buen trato de balón, su gusto por el toque y el pase, siempre comandados por el espectacular mediocentro argentino. Con Jorge Valdano en el banquillo llegan incluso a disputar la Copa de la UEFA.

En Tenerife dejo un gran legado: el que le llevó a convertirse en una institución entre la afición isleña. En ese equipo completa un total de 103 partidos en los que anota ocho goles.

Valdano: su 'padrino' en Madrid

La llegada del ‘padrino' de Redondo al banquillo del Real Madrid acerca al argentino al vestuario. Hasta cierto punto es lógico que valdano pensara en él para que fuera su lugarteniente al mando de las opciones blancas. Su traspaso fue sonado y rondó los 3 millones de euros de la época.

Con El Príncipe y con Luis Milla en el mediocentro apoyados por un excelente Iván Zamorano en ataque , un incisivo Emilio Amavisca, la irrupción de un joven Raúl o la experiencia en la zaga de hombres como Hierro o Sanchís, el conjunto blanco se hace con el campeonato de Liga y devuelve la manita al Barça.

La impresión que deja Fernando Redondo. pese a las lesiones es excepcional. Controla todos los aspectos del juego como un ordenador se encarga de dirigir una potente maquinaria. Está claro que ha llegado para quedarse y con él al volante ,el equipo merengue no tarda en hacer grandes cosas.

Con galones en el Madrid de Capello

La segunda temporada de Valdano al frente del banquillo madridista fue desastrosa y Redondo fue de los pocos que se salvó de la profunda renovación que sufrió el Real Madrid. El aterrizaje de un hombre como Fabio Capello con una idea de juego diferente a la de Jorge Valdano, no da muchas esperanzas a algunos fans del argentino, quienes ven complicada la continuidad de Redondo en el once titular. Nada más lejos de la realidad pues el técnico italiano defiende al ‘5' y le otorga los galones del equipo.

Aquella temporada supuso un examen del que Redondo salió más quer bien librado al lado de hombres como Roberto Carlos, Seedorf, Suker, Mijatovic o Raúl no le pesa la responsabilidad y contribuye activamente a la consecución del Campeonato Nacional de Liga. Ya es su segunda Liga, pero el mejor momento de Redondo aún estaba por llegar.

Sus detractores le achacaban escasa presencia ofensiva y solían argumentar que su escaso bagaje goleador era el principal debe de su juego.Lo que probablemente no tenían en cuenta los más agoreros era que buena parte de los éxitos de aquellos equipos se cimentaron en un centro del campo donde Redondo era el mandamás.

El año siguiente, bajo una crisis en el banquillo que con una gran plantilla casi se convierte en un año perdido, el mediocentro y el resto de pesos pesados del vestuario se ponen serios en la Champions y llevan al equipo a la ansiada Séptima Copa de Europa.

Pero si Fernando Redondo será recordado por una actuación a lo largo de su carrera en el conjunto madridista esa es la que se dio en una eliminatoria de la Octava ante el Manchester United en Old Trafford. Allí el ‘Príncipe' despliega todo su poderío y con un gran partido y una asistencia a Raúl tras una jugada prodigiosa hace enmudecer el ‘Teatro de los Sueños' y sella para siempre su presencia en el Olimpo del madridismo.

Después de eso, la final de la Copa de Europa ganada en París al Valencia sería su último partido con la camiseta del Real Madrid. En el verano de 2000, una polémica venta al Milan a cambio de 3.000 millones de pesetas (unos 18 millones de euros) da por finalizada su etapa en la escuadra merengue. Desgraciadamente y en un entrenamiento pocos días después de su traspaso al club italiano se lesionó gravemente. Esta dolencia le acompañó hasta su retirada en el año 2004, cuando contaba ya con 34 años. Su hoja de servicios como madridista dejó un total de 225 encuentros jugados en los que firmó cinco tantos.

Es una temeridad cuestionar la calidad de un futbolista como Fernando Redondo. Su ausencia en el centro del campo se ha notado prácticamente hasta la llegada de Xabi Alonso, su verdadero heredero en el puesto de ‘5'. Y seguro que, a día de hoy, ‘el Príncipe' tendría un sitio de excepción junto al tolosarra.