Legislación sobre actos graves contra los símbolos de España

Trompuccini pide protección institucional para que se respete la identidad nacional





Creo que todos, o casi todos, estamos de acuerdo en que, ante la falta de garantías de respeto a los símbolos nacionales españoles, el Real Madrid no debe ceder su estadio para la final de Copa. Sin embargo, creo que no es esta la solución que debe permanecer a largo plazo. No es el Real Madrid el que, a título particular, deba defender contra viento y marea el respeto a los símbolos de todos. Me parece injusto que el Real Madrid tenga que dar un paso al frente, aunque lo hacemos y lo seguiremos haciendo con orgullo, mientras las autoridades permanecen calladas de forma débil y poco valiente. Ese respeto debe ser protegido por una legislación que lo garantice en todos los ámbitos, Y QUE SE APLIQUE DE FORMA CONTUNDENTE.

Puesto que en esta ocasión, y con seguridad en ocasiones futuras, esa ofensa a esos símbolos se produce en el ámbito deportivo, es necesaria una legislación deportiva que garantice ese respeto. Al igual que si hay violencia en las gradas, o si se producen insultos racistas, se sanciona gravemente a la afición que ha cometido esos actos, cuando se producen actos graves de falta de respeto a los símbolos españoles, debe existir una legislación que sancione de manera gravísima a esa afición. No sería descabellado sancionar a ese Club con la exclusión de esa competición al año próximo. Y prever el endurecimiento de esa sanción si se producen esos actos de forma reincidente, excluyendo a ese equipo dos años, tres años y así sucesivamente.

Quizá alguien podría encontrar demasiado duras estas sanciones. A esa persona sería bueno recordarle que las sanciones son de una gravedad equivalente a la importancia del bien que intentan proteger. Por tanto, encontrar demasiado duras esas sanciones solo revelaría que esa persona no le da mucha importancia al respeto a los símbolos de España. Allá él. Pero deberíamos ser mayoría quienes pensamos que ese respeto es de tanta importancia, que su falta debe ser castigada con toda dureza.

Por tanto, la defensa de ese respeto no debe recaer sobre una institución particular, como es el Real Madrid. Son las diferentes legislaciones quienes deben garantizarlo. Pero, eso sí, mientras tanto, mientras nuestros legisladores siguen en la inopia, y con una actitud papanatas sobre este tema, seremos los particulares quienes seguiremos levantando la voz en defensa de nuestras cosas más queridas. Y ahí, como siempre, estará nuestro Real Madrid. Nuestro gran Real Madrid, dando un paso al frente cuando los demás se acobardan. Un Real Madrid grande y fuerte, aunque las autoridades sean débiles y pusilánimes.

Otra muestra más de la grandeza de este maravilloso Club. ¡Hala Madrid siempre!