Manolo Sanchís , el capitán de la Quinta

DC repasa la carrera de algunos de los mejores jugadores madridistas de la historia


Manuel Sanchís




Manuel Sanchís Hontiyuelo nació en Madrid un 23 de mayo de 1965, prácticamente un año antes de que su padre ,el valiente defensa de los ‘ye-yes' conquistará la sexta Copa de Europa blanca. Por ello, en su casa siempre había un balón de fútbol y un sentimiento hacia el Real Madrid más que patente. Ante esos precedentes y si el joven Manolo destacaba con el balón en los píes sería difícil verle dedicándose a otra cosa.

Así, desde su primera visita al Santiago Bernabéu , con la tierna edad de cinco años, se sabía que ahí nacía un madridista. Con 12 años hizo las pruebas de selección para entrar a formar parte de La Fábrica y las pasó con nota. Poco a poco se va haciendo hueco en los distintos filiales del equipo merengue como un jugador serio y con carácter con el que conviene contar.

El Castilla de la Quinta del ‘Buitre' sería su siguiente parada. Un equipo de ensueño que ascendió a Segunda División y derribó la puerta del primer equipo. De la terna de brillantes futbolistas capitaneados por Butragueño, Sanchís fue el primero en debutar junto a Martín Vázquez con el primer equipo. Lo hizo un 4 de diciembre de 1984 con tan sólo 18 años. Se estrenó con estrella, pues fue el autor del gol de la victoria ante el Murcia.Curosamente , otro histórico, ya veterano como Santillana le dio un consejo muy difícil de olvidar: "Cuando te lllegue el momento, sal al campo y da todo por esta camiseta".

Poco a poco, comienza a ser un habitual en el once inicial de los madridistas y es una pieza imprescindible en la renovación defensiva de un equipo llamado a marcar una época. Se da la circunstancia de que en su primera etapa jugaba de mediocentro aunque después triunfaría en el centro de la defensa. Su primer título fue la Copa de la UEFA ganada en 1985 ante el Videoton. Era el comienzo de una fructífera carrera de 18 temporadas vistiendo la camiseta del Real Madrid. Su regularidad le llevó a acercarse a la treintena de partidos en la mayoría de estas campañas.



Jugador muy serio y sólido. Que quizá no brillaba demasiado en los partidos, pero que tampoco desentonaba en absoluto. Incluso hizo sus pinitos como goleador llegando a anotar ocho tantos en la temporada 1987-88. Años tras año y gracias a su cuidada forma física y a su relativa suerte con las lesiones (su único percance grave fue en abril de 1986 cundo una rotura de tibia le impidió ir con la selección española a disputar el Mundial de México) se mantuvo en la plantilla más campañas que sus otros compañeros de Quinta.

En sus últimos tiempos ya no aparecía en el equipo titular con mucha regularidad, pero seguía siendo un líder dentro del vestuario y era , con Hierro, el central más fiable del equipo. En mayo de 1998, durante la final de la Champions League que el Real Madrid disputó en Amsterdam frente a la Juve, se produjo uno de los momentos más felices de su vida. La celebración de la Séptima parecía poner guinda de oro a su prolífica carrera.


Por fin , como capitán, tuvo el honor de levantar la séptima Copa de Europa del club blanco. Fue un momento de catarsis habría ‘vengado' a sus compañeros que no pudieron conseguirla en los 80 al caer ante el imponente Milan de Sacchi y ante el potencial del PSV en los 80. Cerró el círculo , marcó una época y enterró para siempre el ‘ run run' que acusaba a la Quinta de no haber triunfado en la máxima competición europea.

 

Pero Manolo Sanchís no había dicho su última palabra en el Amsterdam Arena. Dos años después, repitió el momento de gloria levantando la Octava en París. Despues de ganarla, decidió retirarse después de casi dos décadas al servicio del Real Madrid.

710 partidos oficiales y 48 goles le avalan como uno de los centrales más reconocidos de la historia del Real Madrid, mientras que ocho Ligas, dos copas de Europa y dos Copas del Rey visten su inmenso palmarés. Manolo Sanchís será siempre recordado como el capitán de la Quinta. Ese jugador que no quiso bajarse del barco blanco hasta conquistar en dos ocasiones el entorchado continental.