Leo Benhakker, el trotamundos que estuvo en el Madrid

DC te cuenta la trayectoria de algunos de los técnicos más legendarios de la historia blanca





Nacido el 2 de agosto de 1942, Leo Benhakker siempre fue un estudioso del deporte rey, cuya primera ‘aventura' en los banquillos fue dirigir al Cambuur de su país. Tras un periodo de tres años en el Go Ahead Egles le llega la primera gran oportunidad de su vida cuando el Ajax confía en él para que lleve el timón en 1979 . En su primera temporada conquista la Eredivisie y demuestra que el conjunto de la capital neerlandesa no se equivocó al escogerle.

El Real Zaragoza se decide a sacarle de su país en 1981 y tras tres años deja buenas sensaciones y un poso que le valdría años después para asumir un reto mayor en España. Pero antes, en 1985 regresa al Volendam para posteriormente hacerse cargo, durante un corto espacio de tiempo, del combinado de Holanda.

Primera etapa de títulos

Su buen paso por el conjunto maño llama la atención de Ramón Mendoza que piensa en él para sustituir a Molowny en el verano de 1986. El listón de ‘El Mangas' estaba muy alto, pero Benhakker no decepciona.


Los mimbres que tenía eran muy buenos, pero eso no le resta ningún mérito. Por muy buena que sea la plantilla con la que se cuente es necesario que sea bien gestionada y eso el holandés lo hizo casi a la perfección. Su primer año resultó un gran éxito. Practicando un fútbol ofensivo y vistoso, acorde con el estilo de los Países Bajos y con los jugadores de los que disponía.

La Liga del ‘play-off' resultó una odisea para todos, menos para un Real Madrid que fue el conjunto más sólido de esa maratoniana temporada, consiguiendo tres puntos de ventaja sobre el Barcelona. En la Copa de Europa no hubo suerte y se cayó ante el Bayern de Munich en semifinales.

Al año siguiente la superioridad del Madrid de Benhakker en Liga se hizo aún más patente y nadie pudo ‘toser' a los blancos en el campeonato liguero. Once puntos de ventaja a una Real Sociedad que finalizó segunda a una distancia de once puntos. En Europa, de nuevo pintan bastos y se cae derrotado en semifinales ante el PSV Eindhoven.

En el tercer año del holandés al frente de la nave blanca volvió a repetirse el guión. Los blancos sólo cedieron un partido en el campeonato nacional ante el Celta en Vigo y se consiguieron cinco puntos de ventaja sobre el Barcelona. En Europa en esta ocasión fue el Milan de Sacchi el que desmontó a los blancos en semifinales al endosarles un 5-0 en San Siro. Como contraprestación, ese año los de Benhakker alcanzan la victoria en Copa.

Pese a los títulos, el desgaste del holandés se hacía patente entre la directiva y el vestuario. Su falta de confianza en Martín Vázquez y la suplencia de Butragueño en un partido de Copa de Europa fueron los detonantes de su no renovación.

Segunda etapa: un borrón

Mendoza soluciona su marcha con la contratación de Toshack, pero el holandés regresaría al Real Madrid. Lo hizo en la temporada 91-92 sustituyendo a Antic y tras dirigir al Ajax y a la selección holandesa. Esta segunda etapa estuvo marcada por la primera liga perdida ante el Tenerife en la última jornada y por las malas sensaciones que transmitía el equipo en cuanto a resultados.


Éste trotamundos del fútbol no se vio afectado por la derrota y hasta hace unos años ha seguido en distintos banquillos cosechando resultados dispares. El Grasshopper, la selección de Trinidad y Tobago, la de Polonia o el América de México han sido algunos de los destinos en los que Benhakker ha dejado su huella. En la actualidad tiene un cargo en el Ujpest FC holandés.