El Real Madrid de la campaña 96-97 empezó a gestarse en enero de 1996, cuando el conjunto merengue andaba perdido en el campeonato doméstico y sin posibilidades de hacer algo importante. El equipo que un año antes había practicado un buen fútbol de toque y carácter ofensivo se había quedado casi en nada. Por eso, Lorenzo Sanz se puso manos a la obra y casi de una tacada firmó a dos de las estrellas más brillantes de la competición española: Davor Suker y Pedja Mijatovic.
Para dirigir el ‘barco’ blanco era necesario un timonel con experiencia, ambición y autoridad, con fuerza para reconducir la situación. Casi de casualidad, y mientras el técnico negociaba su futuro en Italia, el Real Madrid acaba llegando a un acuerdo con Fabio Capello. La ‘ley Bosman’, que facilita la libre circulación entre clubes de jugadores europeos, allanaría el camino para que en el Santiago Bernabéu jugaran ‘cracks’ de la categoría de Seedorf, Roberto Carlos o Panucci (quien llegó mediada la temporada) y los dos arietes balcánicos ya mencionados.
Tantos fichajes provocaron una profunda renovación de la plantilla. Salen Zamorano, Luis Enrique, Soler, Michel, Alfonso y Esnaider. Casi nada. El equipo de Capello es una roca. Con Redondo y Seddorf en el centro del campo, Hierro, Sanchís y Roberto Carlos en la defensa y Suker, Mijatovic y Raúl en la delantera no había muchos rivales capaces de hacerles frente.
Disciplina, calidad y competitividad eran los tres pilares básicos sobre los que se basaba ese equipo. Su juego no era vistoso, pero como casi todo el fútbol que han practicado los clubes de Capello, era terriblemente efectivo. Fueron líderes desde la decimocuarta jornada hasta el final del campeonato y sólo el Barcelona pudo seguir su estela en ciertos momentos.
Quizá se pudo ver favorecido por el hecho de no disputar la Champions League y por ser eliminado en octavos de final de la Copa del Rey por el Barcelona, pero eso no debe quitar mérito a un equipo plagado de excelentes jugadores que un año después conquistó la ansiada séptima Copa de Europa para los madridistas.
El partido: Atlético de Madrid 1- Real Madrid 4
Aquella noche fue una de las mejores de Raúl con la camiseta del Real Madrid. El delantero de San Cristóbal de los Ángeles se salió aquella noche en la que una vez fue su casa. El ‘siete’ marcó dos goles y regaló otro a Seedorf. El canterano Víctor selló la goleada.
La estrella: Roberto Carlos
Cierto es que Suker, Mijatovic y Raúl marcaron los goles, pero un jugador del que pocos esperaban tanta brillantez se encargó de asombrar a todos. Se trata de Roberto Carlos, el lateral izquierdo de los ‘cañonazos’ , resultó ser uno de los fichajes más rentables de la historia del Real Madrid. Aquella temporada fue la de su presentación en sociedad.
DEJA TU COMENTARIO