Jacinto Quincoces, el muro de Baracaldo

DC repasa la carrera de algunos de los mejores jugadores madridistas de la historia





Nacido en Baracaldo el 17 de julio de 1905, Quincoces comenzó su andadura jugando en equipos de aficionados de su localidad natal como el ‘San Antonio’ o ‘ La Giralda’. Por motivos familiares su familia se ve obligada a trasladarse a Vitoria, por lo que el joven Jacinto debe buscarse un nuevo club. Es muy bueno y por eso con trece años debuta con el primer equipo del Alavés en un partido frente a Osasuna. Sin embargo, su juventud y precocidad parece ser un problema y se vió obligado a regresar a Baracaldo.

Quincoces no desiste en su empeño de convertirse en futbolista profesional y una pequeña etapa en el ‘Desierto’ le abre las puertas de un Alavés que no tiene más remedio que ficharle para la temporada 1925-26. Pronto se convierte en uno de los baluartes del equipo vitoriano y llega a ser convocado con la selección española para disputar los Juegos Olímpicos de Amsterdam en 1928.

En el Alavés asciende a Primera División y llama la atención de los grandes equipos nacionales. El Real Madrid es el más rápido de todos y le contrata junto a su inseparable compañero Ciriaco. Ellos dos y el gran Ricardo Zamora construyen un equipo imbatible desde la defensa, que basa su juego en una solidez impresionante en la zaga. La habilidad en los fichajes de los blancos se reflejó en los resultados, pues el conjunto merengue conquista su primer título liguero en la temporada 1931-32.



El mejor defensa del mundo

Todo son alabanzas para una tripleta defensiva histórica que crea escuela y que aún hoy sigue siendo tomada como ejemplo. Quinconces era un defensa muy noble ( a veces demasiado para aquellos tiempos), de calidad, potencia y con buen manejo de la pelota. Con su pañuelo en la frente ( que llevaba para protegerse de los duros balones de la época) siempre era reconocido por los aficionados, quienes veían en él al perfecto escudero de Ricardo Zamora. Muchos le apodaron ‘El autogiro’ por su facilidad para el juego aéreo. La campaña 32-33 finalizó con un nuevo campeonato doméstico y con el reconocimiento del defensa vasco como una estrella.

Temporada tras temporada, el Madrid iba construyendo un palmarés envidiable gracias a  su tripleta de oro. En la campaña 33-34 la Liga es para el Athletic , pero los madridistas logran la Copa de España 17 años después, tras vencer al Valencia en la final. El cénit de la carrera de Quincoces se produjo en el Mundial de Italia de 1934 , cuando junto a Zamora se encargó de asombrar al mundo. Su último título de relevancia como futbolista lo logró en la histórica Copa de 1936 frente al Barcelona.



Se retiró en 1941, después de casi una década defendiendo la zamarra madridista y tras haber disputado más de 200 partidos de blanco si contamos sus encuentros oficiales y amistosos.  Después, tuvo una prolífica carrera como entrenador en la que llegó a ocupar el banquillo madridista en dos ocasiones.

La historia del Real Madrid empezaron a escribirla hombres como Quincoces. Un defensa de los mejores que se han podido ver en un campo de fútbol. Un genio defensivo que lo dio todo por lograr los primeros títulos del club madrileño.