Luis Del Sol nació en la localidad soriana de Arcos de Jalón, un 6 de abril de 1935. Es andaluz de adopción pues cuando sólo tenía dos meses de vida sus padres se marcharon a Sevilla. A los catorce años comenzó a trabajar y a asombrar jugando al fútbol en el equipo de su empresa. Así, con 16 primaveras firmó por el Real Betis, donde tras un pequeño periodo en el Utrera, se convierte en pieza clave del ascenso del club verdiblanco a Primera división.
Seis temporadas en el Betis (incluida su mencionada cesión al Utrera) le convierten en uno de los mejores centrocampistas de la época.‘Siete Pulmones’ como le apodaban tenía la virtud de ser un futbolista muy completo.
Aunaba a una notable calidad técnica una presencia física envidiable. Un trabajador con buen toque de balón y oportuna capacidad para decidir. Tales virtudes no pasaron desapercibidas para un Real Madrid que le firmó en abril de 1960. Actuando como interior derecho, Del Sol se convirtió en el socio perfecto de Puskas, Di Stéfano y Gento. Clase y potencia a partes iguales que fueron una bendición para el vestuario madridista. Importante due también su papel en la mítica final de Glasgow del 7-3 al Eintracht que supuso la quinta Copa de Europa blanca.
La Juve , con una oferta irrechazable
En los dos años siguientes fue un hombre vital en las dos Ligas consecutivas que conquistó el Real Madrid a las órdenes de Miguel Muñoz. Tanto en sus actuaciones de titular, como en aquellos partidos en los que no partió de inicio, su rendimiento fue brillante. Tanto, que en 1962 la Juventus de Turín hizo una oferta irrechazable para el Real Madrid y para el jugador. Una cantidad cercana a los 22 millones de pesetas de la época tvo la culpa de que Del Sol cambiara de aires y decidiera probar suerte en el ‘Calcio’
Este talentoso centrocampista dejó una brillante hoja de servicios en sus dos temporadas de blanco. Actuó en 96 encuentros oficiales en los que anotó 32 goles. Después, llegó el momento de triunfar en Italia, donde estuvo ocho temporadas en la ‘Vecchia Signora’ y dos en la Roma en los que se convirtió en uno de los mejores extranjeros del ‘Calcio’ y logró un buen puñado de títulos. Regresó a España para retirarse en la temporada 1972-73 formando parte del Betis.
Hablar de Luis Del Sol es hacerlo de un pionero del fútbol español. De un hombre que, teniéndolo todo en el Real Madrid, no pudo reprimir sus deseos de aventura y se marchó a Italia para convertirse en un futbolista de leyenda. Y lo consiguió.
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