Ricardo Gallego, el todocampista de 'La Fábrica'

DC REPASA LA CARRERA DE ALGUNOS DE LOS MEJORES JUGADORES MADRIDISTAS DE LA HISTORIA





Nacido en Madrid un 8 de febrero de 1959, a la tierna edad de 6 años Ricardo Gallego ya se hizo socio del Real Madrid en una muestra de que sus colores estaban definidos desde bien joven. Entró en el club blanco en 1973 para militar en los infantiles y ya no abandonaría la ‘Casa Blanca' durante casi dos décadas. Desde el principio, los técnicos blancos le consideraron uno de los futbolistas con más futuro de la cantera y él no decepcionó cumpliendo etapas por encima de las expectativas.

Así, recién cumplida la mayoría de edad ya se le podía encontrar en el filial del Castilla. Se trataba de un centrocampista tremendamente polivalente con una gran visión de juego que le permitía abarcar una zona muy amplia del terreno de juego. Desde ejercer de líbero a centrocampista ofensivo, pasando por la labor de ‘cerebro' que Gallego ejecutaba con maestría.


Ejerciendo de ello llevó al Castilla a la final de la Copa del Rey después de eliminar a cinco Primeras. Cayeron en la última ronda del trofeo copero en la histórica final con el primer equipo, pero Vujadin Boskov ya tenía muy claro que contaría con el brillante centrocampista para la temporada siguiente.


Como sustituto de un mito como Pirri jugó sus primeros partidos como libre. Tuvo el infortunio de romperse el empeine en 1981, meses antes de la final de la Copa de Europa ante el Liverpool y cuentan que el Real Madrid le echó bastante de menos en aquel encuentro. Fue uno de los ‘cicerones' de la Quinta y Butragueño, Michel y compañía le llegaron a considerar como un hermano mayor. De esta forma, se convirtió en uno de los habituales dentro del once.


Permaneció nueve temporadas en el primer equipo hasta que una oferta irrechazable del Udinese de 59 millones de pesetas de la época provocó que cambiara de aires. Lo hizo a su pesar, habiendo conquistado cuatro Ligas y dos Uefas entre otros títulos. Jugó como madridista la friolera de 372 encuentros de blanco en los que anotó 28 goles.

Ricardo Gallego siempre será recordado como uno de los centrocampistas más completos que ha dado ‘La Fábrica'. Un hombre imprescindible en los éxitos de una generación que permanecerá para siempre en el corazón de los madridistas.