Rafael Lesmes Bobed nació en Ceuta , un 9 de noviembre de 1926. Criado en una familia de tradición futbolística, dio sus primeras patadas a un balón en un cuartel, fijándose en las virtudes del lateral izquierdo del Atlético de Madrid Alfonso Aparicio. Sus primeros equipos fueron el África Ceutí, el Ibarrola o el Betis de Jadú hasta que con 18 años firma su primer contrato profesional con el Atlético Tetuán. Cuatro temporadas con su hermano Paco en el conjunto ceutí les confirman como dos de los futbolistas más prometedores del país. Así, un atento Valladolid no duda en hacerse con ambos en septiembre del 49.
Brilla en Pucela y un año después participa con el Atlético de Madrid en la Copa Latina, aunque continúa siendo propiedad del Valladolid, donde permanece dos años más hasta que en 1951 ficha por el Real Madrid de Santiago Bernabéu, aunque una lesión que se produjo en un amistoso con el Liverpool le impide debutar hasta el año siguiente.
La llegada de Lesmes precedió la etapa más exitosa en la historia del conjunto blanco. Inteligente, valiente y un ejemplo de colocación en el terreno de juego. No destacaba por ser muy rápido, pero lo suplía con un tremendo oficio y un inmenso conocimiento táctico. Su ascensión fue meteórica y pronto se convirtió en un fijo de las alineaciones de un equipo de ensueño. Se entendía a la perfección con compañeros en la zaga como Marquitos, con quien formó una sociedad estupenda.
Debutó con la selección en 1955 y con él en sus filas el conjunto blanco conquistó cinco copas de Europa antes de regresar al valladolid en 1960. En sus ocho años con la camiseta merengue disputó un total de 221 partidos en los que anotó un gol. Tras su retirada colaboró en la búsqueda de nuevos talentos para la cantera del Real Madrid.
De una familia con enorme tradición futbolística, Lesmes fue el que más éxito alcanzó a lo largo de su carrera. Un futbolista que no se llevará los honores de otros, pero cuya aportación en un Real Madrid de oro se encuentra fuera de toda duda. Descanse en paz.
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