Messi protagonizó una de las mayores cacicadas de la historia del fútbol

El Balón de Oro del Mundial acabó en manos de Messi a pesar de su pésimo Mundial


Leo Messi recibió el Balón de Oro del Mundial 2014




Leo Messi

Vergonzoso, lamentable, patético, triste... Pueden ponerle el adjetivo que quieran. La FIFA volvió a quedar este domingo en ridículo, aunque en esta ocasión el mismo fue de dimensiones gigantescas. El campeón del Mundial fue Alemania con total justicia, aunque el partido de Argentina tuvo un gran mérito. Entre los albicelestes destacó principalmente Mascherano, futbolista que se echó a las espaldas a su selección ante la ausencia de su compañero Leo Messi. El que algunos venden como mejor jugador del mundo apenas se dejó ver en los 120 minutos de juego y únicamente dispuso de dos ocasiones claras para batir a Neuer. La más evidente de todas al comienzo de la segunda mitad, pero su disparo se marchó cruzado lejos de la porteria teutona.

A partir de ahí, Messi desapareció. Ni siquiera hizo el esfuerzo de correr ni pelear los balones durante el encuentro. Su actuación fue apática, sin diferir mucho de lo que viene mostrando en el último año y medio. En los últimos meses se rumoreó que durante esta última temporada se había reservado para este Mundial, pero ayer quedó claro que no fue así. Este Messi no es el de antaño y no puede hacer más. Porque nadie duda que ayer estaba ante la oportunidad de su vida y no hizo absolutamente nada.

Su bagaje en este Mundial ha sido de cuatro goles. Uno a Bosnia, otro a Irán y dos a Nigeria. Todos ellos en la fase de grupos. Sin embargo, en 450 minutos de juego en la fase de eliminatorias no marcó ni un solo tanto. Se dice pronto. Su selección sólo anotó dos goles en este tiempo, uno de Di María y otro de Higuaín. Unos números muy pobres que avergonzarían a cualquier jugador que se considere una estrella Mundial. Por eso, prácticamente nadie se explica que Messi se lleve para casa un galardón que él mismo sabe que no merece. Su cara al recogerlo ayer era un poema. Pero aquí mandan la FIFA y Adidas, quien en los últimos Mundiales se ha dedicado a darle el Balón de Oro a sus estrellas caídas: Kahn, Zidane, Forlán y ahora Messi. Puro marketing para vergüenza de la FIFA y de un torneo que quiere ser serio, pero que cada vez parece más de broma.