El capitán del Atlético se mete en un buen lío

Gabi reconoce haber participado en irregularidades con motivo de la disputa del Levante-Zaragoza


Gabi estuvo este jueves en la Fiscalía




El centrocampista ha asegurado que esa semana se limitó a cumplir las órdenes de su club, en concreto del por entonces presidente del Zaragoza, Agapito Iglesias. Así, habría recibido en su cuenta una transferencia del club de 85.000 euros, aunque Gabi lo habría devuelto ese mismo día. "No tengo constancia de qué pasó con ese dinero ni de si llegó a los jugadores del Levante" ha asegurado el jugador, quien además ha señalado que "pensé que este ingreso era por el concurso de acreedores en el que iba a entrar el Zaragoza".

De hecho, el jugador llegó a preguntar a Agapito si ese dinero podría tener alguna consecuencia sobre su IRPF, pero el presidente le aseguró que no se preocupara por ello, ya que "se lo arreglaría el club". En su argumentación el ahora atlético dejó claro que su misión fue cumplir con las órdenes de sus superiores sin preguntar los motivos y recordó que en su caso no salió beneficiado por el supuesto amaño, ya que ya tenía pactado su regreso al Atlético de Madrid para la siguiente temporada.

Según la investigación desarrollada hasta ahora, el Zaragoza ingresó a una decena de jugadores diferentes cantidades que hacía en total una cifra superior al millón de euros, de forma que estos posteriormente sacaron el dinero de sus cuentas, supuestamente para dárselo a los jugadores del Levante. De hecho, existen pruebas documentadas de pagos en metálico de los jugadores levantinistas, como por ejemplo para la compra de un todoterreno.

Así, las declaraciones del jugador atlético vienen a confirmar las graves irregularidades en este partido y ensucian claramente su imagen de cara a la opinión pública. Y es que precisamente Gabi hace unos días presumía de valores y aseguraba que el Atlético de Madrid "es como el Robin Hood del pueblo". Unas declaraciones que ahora suenan más ridículas si cabe y que evidencian que el capitán colchonero no es precisamente el jugador más adecuado para hablar de moralidad y humildad.