Como era de esperar, las horas posteriores a la eliminación han sido un río de críticas a todo lo blanco que se movía. Jugadores, entrenador y presidente no han podido escapar a la habitual guillotina que aficionados y medios de comunicación suelen hacer después de duros golpes deportivos como puede ser el caer eliminado de una Liga de Campeones.
Evidentemente, cada uno puede tener su opinión al respecto. Es obvio que hay cosas que se pueden mejorar de cara a la pasada campaña y seguro que en el Real Madrid lo van a hacer. No hay que olvidar que este equipo al que ahora se califica de ‘desastre’ ganó 22 partidos consecutivos y se llevó la Supercopa de Europa y el Mundial de clubes en la recta final del 2014. Con el mismo entrenador y los mismos jugadores que cayeron ante la Juventus. Ese Madrid era tan elogiado como temido por todos. Por eso, el pedir ahora revoluciones y echar a 10-12 jugadores para traer a otros tantos nuevos elementos parece exagerado. Y muy improbable.
Hay que tener en cuenta que las lesiones han sido un lastre para el Real Madrid esta temporada. Un hombre básico como Modric se ha perdido muchos partidos (y muy importantes). Su influencia es tal que ya se vio en el partido del Camp Nou que, aun recién salido de una lesión, se comió a los centrocampistas del Barcelona mientras le aguantó el físico ¿Y qué pasó en el clásico del Bernabéu? El Madrid arrolló a los culés por 3-1 y la goleada pudo ser mayor a la vista de las ocasiones generadas.
Quedan dos partidos oficiales para que el Real Madrid cierre la temporada 2014-15. Un curso que, hasta la mitad, fue inmejorable. Sólo la recta final, la verdaderamente importante de la temporada, ha empañado lo que hubiera sido una campaña para la historia (aun queda por resolver la Liga que si bien está muy complicada, aun no tiene campeón matemático).
Con todas las cartas encima de la mesa, en el Real Madrid tendrán que tomar decisiones. Decisiones para conseguir que el nuevo Madrid 2015-16 sea mejor, más competitivo y gane títulos. Lo mismo que se hizo el pasado verano para intentar mejorar a un equipo que había ganado la Décima. Como no siempre se puede ganar, el mínimo exigible para este club es pelear hasta el final y estar jugándose el ‘bacalao’ con los grandes. Eso se ha cumplido ¿Qué es poco? Toda la razón. Por eso, habrá cambios y retoques. Pero no esperen revoluciones. Hay mucho y bueno, sólo hay que potenciarlo y mejorarlo.
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