El equipo azulgrana no se mete de un lío para meterse en otro. A la sanción de la FIFA por fichar a menores de forma irregular, los juicios por el caso Neymar, que provocaron la dimisión de Rosell, ahora hay que sumarle la multa que le ha puesto el máximo organismo del fútbol europeo por las banderas de simbología independentista que sus aficionados llevaron a Berlín con motivo de la final de la Liga de Campeones.
Una reivindicación política que la UEFA no ha tolerado. En el código disciplinario de la organización se establece sanción a este tipo de actuaciones. Así queda reflejado en el artículo 16 (2,e). "Asociaciones y clubes son responsables del comportamiento inapropiado por parte de sus aficionados y pueden ser objeto de medidas disciplinarias y directivas, aunque puedan demostrar que no hubo negligencias en la organización del partido, se casita el uso de palabras u objetos para transmitir cualquier mensaje que no encaje con el deporte concretamente políticos, ideológicos, religiosos, ofensivos o provocativos."
Una medida de la que debería tomar ejemplo la Federación Española de Fútbol, ya que en la pasada final de la Copa del Rey se produjo una tremendísima pitada al himno nacional, incluso el presidente de la Generalitat, Artur Mas, esbozó una leve sonrisa a ver el comportamiento que estaban teniendo los aficionados culés. Seguro que de está sanción de la UEFA algún 'iluminado' también le echa la culpa al Real Madrid.
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