Conflicto con los catalanes en el vestuario
"Llegué al Barcelona en una mala época. Había una guerra en el vestuario entre los jugadores holandeses y los catalanes. Además, Serra Ferrer no tenía la suficiente fuerza ni carisma para dirigir al equipo. La política y el nacionalismo que se respiraban en el vestuario fueron demasiado para mí. Fui muy feliz de unirme al Barça, pero era difícil concentrarse en el fútbol. Cada día tratando de lidiar con temas que no me correspondían. Fue un error por mi parte no irme a jugar al United con Roy Keane, Paul Scholes, Ryan Giggs, David Beckham y compañía".
El catalanismo, cerca del racismo
"Tan pronto como llegué al Barça la gente me decía: 'no intentes aprender castellano, tienes que aprender catalán'. Y yo les decía: '¿Estoy en España, ¿no?'. Y ellos respondían: 'No. Estás en Catalunya'. Acabé harto de este tipo de cosas. Entiendo que se sientan identificados con eso, pero está muy cerca del racismo. Hablamos de fútbol, no de política ni religión. Quise irme. Cometí un gran error fichando por el Barcelona".
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