"El recorrido me gusta, será más para escaladores que para contrarrelojistas", opinó Contador, presente en el Palacio de Congresos de París donde se desveló el diseño de la próxima 'Grande Boucle'. Para el madrileño, actual doble ganador de la carrera (2007 y 2009), "nunca se sabe" lo que puede suceder en la prueba, pero opina que el año que viene "será más duro que el de 2009". "Por lo tanto, me deberá venir mejor, pero justo cuando piensas una cosa puede resultar lo contrario", advirtió.
El pinteño recalcó la dificultad de las primeras etapas, por Holanda, Bélgica y la entrada en Francia, con presencia de los tramos adoquinados. "Será una carrera muy difícil de controlar en la primera semana, donde no me viene especialmente bien el pavés de la París-Roubaix, aunque tampoco le doy mayor importancia. Lo más importante será no caerse y esperar que no llueva", aseguró. Sobre la montaña, Contador cree que los Alpes "serán más suaves" y que lo "más duro" se verá en los Pirineos, "especialmente con el doble paso por el Tourmalet, incluyendo un día en el que será meta". "Tendré que ir a verlas en persona para conocerlas mejor", comentó.
En el lado negativo, el español preferiría que le hubiesen quitado "unos diez kilómetros" a la última contrarreloj, del penúltimo día, y apuntó que "no hubiera estado mal una segunda crono de 20 ó 30 kilómetros".
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