Porque este ucranio de aspecto bonachón y con cara de no haber roto un plato en toda su vida es lo más inocente que a nivel defensivo hay en esta liga. Fichado por 25 millones por petición expresa de Pepe Guardiola, no ha demostrado ser un futbolista válido no solo para un club grande como el Barcelona, sino para cualquier equipo que se precie de Primera División.
UN COLADERO EN DEFENSA
Y es que cuando, el día de su presentación, Lapuerta y su cuadrilla nos vendieron a este futbolista como el mejor central del futuro en Europa hubo algún ingenuo que se lo creyó, pero el tiempo ha dado la razón a todos aquellos que, desde un primer momento, sabían que este iba a ser uno de los grandes pufos de nuestra Liga. Y es que, en los minutos que ha disputado hasta el momento en Liga y Copa del Rey (la Champions no la puede jugar esta temporada por haber disputado la previa con el Shakhtar Donetsk) no ha demostrado nada de nada.
Hay rumores que dicen que Guardiola pidió su fichaje expresamente por el excelente desplazamiento en largo que tenía el balón. Pues hasta el momento no sólo no se ha visto nada de eso, sino que han quedado a la luz todas las limitaciones de este futbolista. Más lento de cintura que Falete, su velocidad en distancias largas ha dejado bastante que desear, como se vio en los choques ante Osasuna y Atlético de Madrid, en el que sus delanteros le ganaban constantemente la espalda.
COMPARACIONES ODIOSAS CON PEPE
Y si ya le comparamos con Pepe ya nos echamos a llorar. Desde la prensa catalanista se comparó en su momento a este jugador con Pepe, ya que ambos costaron más o menos lo mismo. Y el tiempo ha vuelto a dar la razón al Real Madrid, que puede presumir de contar en este momento en sus filas con el mejor central del mundo.
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