Nadal se rinde ante Djokovic





El español tocó ayer su punto culminante en cuartos de final frente al francés Jo-Wilfried Tsonga y recayó en su tenis blando, falto de agresividad y fuerza. Demasiado flojo frente a un Djokovic enorme, que consiguió todo lo que se propuso y sobrepasó al mallorquín en todas las fases del juego. Demostró que es el tenista en mejor forma del final de año. El vigésimo duelo entre el dos y el tres del mundo decepcionó porque el español no estuvo a la altura del serbio.

Se las prometía felices el público de Bercy, poco acostumbrado a que los mejores del mundo lleguen lejos en la pista cubierta de su torneo de final de temporada. Soñaba con un duelo a cara de perro similar al que Nadal y Djokovic protagonizaron en el Másters 1.000 de Madrid en mayo pasado, un partido memorable.

Pero se quedaron con las ganas porque la superioridad de Djokovic aplastó la competencia y Nadal no tuvo ninguna oportunidad para engancharse a un encuentro al que el serbio había dotado de velocidad de crucero. Nadal fue más el de los dos primeros partidos de Bercy que el "brillante" jugador que derrotó a Tsonga. Contra Nicolás Almagro y Tommy Robred el español tuvo una losa encima, pero su pundonor y su garra le sirvieron para sobrevivir y matar a sus rivales.

 

"Me ha salido todo lo que he intentado"

Contra Djokovic fue incapaz de quitarse de encima el peso del juego incisivo y eficaz del serbio. "Me ha salido todo lo que he intentado", afirmó feliz "Nole", que nunca hasta ahora había superado la tercera ronda de Bercy. Ahora está en buena posición para lograr su sexto título de la temporada, el segundo consecutivo tras haber vencido el domingo pasado a Roger Federer en la final de Basilea.

Djokovic demostró que es el tenista en mejor forma del final de temporada y eso le augura grandes alegrías para el torneo de Maestros de Londres, donde defenderá el título logrado hace un año en Shangai. El serbio saltó con hambre a la pista y dispuesto a no dejar que Nadal le comiera terreno. El primer juego tuvo problemas para conservar su servicio. Incluso acudió al "ojo de halcón" para reclamar una bola que el árbitro le había dado en contra y que suponía un 15-40 para Nadal. La técnica le dio finalmente la razón por apenas unos milímetros. Para disgusto del mallorquín.

A partir de ese contratiempo, los dos tenistas conservaron su servicio hasta el 3-2. Hay comenzó el mayor bache que se recuerda en el tenis de Nadal en años. Cedió 14 puntos consecutivos, tiró por la borda el set. La sangría no se detuvo ahí. Tras el 3-2 del primer set, "Nole" sumó siete juegos consecutivos, tres de ellos con el saque de Nadal. El bache no sólo arrebataba el primer set al español sino que hipotecaba también el segundo. Nadal fue incapaz de volver al partido. Cada acelerón, cada intento de recuperar el servicio perdido se estrellaba con una genialidad del serbio.

Costas: "Le falta ese punto que marca la diferencia"

Ni siquiera gozó de una bola de ruptura y eso es mucho decir para un Nadal siempre ávido de presionar a sus rivales, de llevarles al límite, de situar el duelo en el terreno psicológico. Fue mucho Djokovic para un Nadal modesto. El serbio no necesitó más que de una bola de partido para cerrar el encuentro y meterse en su décima final del año.

Nadal tendrá que esperar para volver a alzar un título. El último se remonta al 3 de mayo pasado, el de Roma. La segunda parte de su temporada ha sido frugal en triunfos. Su derrota en Roland Garros y las lesiones le han privado de éxitos. Puede consolarse diciendo que sigue a un nivel alto. En los últimos cinco torneos que ha disputado ha llegado, al menos, a semifinales. "Le falta ese punto que marca la diferencia entre estar a un gran nivel y ganar", analiza el capitán español de Copa Davis, Albert Costa. "Lo logrará pronto, es cuestión de tiempo", añade.

Nadal verá mañana la final por la tele. No podrá repetir la final de hace dos años. Djokovic le ha comido un poco de terreno. Ahora podrá presumir de que le ha ganado a Rafa seis de los 20 duelos disputados.