España abusó a medio gas

Los de Del Bosque se impusieron con comodidad y sin apenas esfuerzo (1-5). El Estadio de Viena, talismán para los nuestros, volvió a presenciar una exhibición de los españoles. Silva, el mejor del partido





Esta España tiene clase, toque y virtuosismo por los cuatro costados. Con Xavi, Iniesta y Silva como demonios inamoviles, los austríacos no podían hacer otra cosa que volverse locos y utilizar el viejo y feo recurso de las patadas. Ya fuera con o sin balón. Y eso que en un despiste se adelantaron en el marcador. Pero ni por esas asustaron a un equipo que se mueve con un reloj a pesar de no tener las pilas puestas al tope de su carga.

FICHA TÉCNICA.

AUSTRIA: Greatzel, Garics, Dragovic, Scharner, Fuchs, Pehlivan, Holzl (Patocka, min.49), Leitgeb (Baumgartlinger, min.37), Jantscher (Latvak, min.59), Wallner (Alaba, min.67) y Janko (Hoffer, min.62).

ESPAÑA: Casillas (Reina, min.46), Ramos, Marchena, Albiol, Arbeloa, Xavi (Pablo Hernández, min.46), Busquets (Iraola, min.60), Iniesta (Güiza, min.46), Silva (Navas, min.46), Cesc y Villa (Negredo, min.46).


GOLES:  1-0, Min.8, Jantschner, 1-1, Min.10, Cesc Fábregas,   1 - 2, Min.20, Villa,   1 - 3, Min.45, Villa, 1 - 4, Min.56, Güiza, 1 - 5, Min.57, Pablo Hernández.

ÁRBITRO: Florian Meyer (ALE). Amonestó con tarjeta amarilla a Wallner (min.23) de Austria y a Busquets (min.25) y Cesc (min.84) de España. Expulsó por roja directa Pehlivan (min.27) por una dura entrada.

ESTADIO: Ernst Happel.

Una vez más, y van unas cuantas, hablar de España es hacerlo de Silva. Otros lucen más de cara al espectador o de cara a la prensa. Pero el del Valencia volvió a salirse. Desde Canarias asistió con escuadra y cartabón para que, Cesc primero, y Villa después, engordaran sus cuentas goleadoras particulares. El ‘Florentino fíchalo’ se escuchó en Viena. Ahora sólo queda que también lo haga en el Bernabéu. Y todo esto a medio gas. Aún así, Villa se consolidó como goleador inexpugnable de la roja con un par de golitos que le valieron un merecido descanso.

EL SEGUNDO ESCUADRÓN, SIN PERDÓN

Los autríacos respiraron cuando vieron que España sacaba del campo a los Silva, Xavi o Iniesta. Sin embargo, el refresco que entró desde la banda fue tanto o más dañino para ellos. Navas demostró que la banda derecha tiene su nombre escrito para los próximos años, además Negredo, Güiza y Pablo no se arrugaron un ápice e hicieron de la ‘L’ que todavía ostentan con la selección absoluta el mayor y mejor de los placeres.

Con la manita en el saco, España se dedicó a intentar salvaguardar la integridad física. Arbeloa lo logró por muy poco, aunque se empeine debió pedir socorro cuando encontró los tacos de un jugador austríaco. Sin embargo, no hubo que lamentar lesión inoportuna. Los locales ya tuvieron bastante con el chaparrón de fútbol y goles que recibieron, mientras que España honró de la mejor forma que sabe, goleando, al estadio en el que comenzó su leyenda.