El Chelsea presenta su candidatura a la 'Premier'

Arsenal 0-3 Chelsea





La solidez defensiva y su estructura como bloque dejaron en evidencia el desparpajo y la imaginación del cuadro de Arsene Wenger, incapaz de encontrar salida alguna a la resistencia de su adversario. La estrategia del Chelsea está muy definida. Sin grandes aspavientos en su juego, apenas concede opciones a sus rivales. También el Arsenal cayó en ello. A pesar del dominio que dio la sensación de tener durante gran parte del enfrentamiento.

Pero dos mazazos en el tramo final de la primera mitad terminaron por suponer la sentencia. El primero a cuatro del intermedio, en una acción de Ashley Cole que remató el marfileño Didier Drogba a la escuadra izquierda de Manuel Almunia. Acto seguido y con el cuadro local en plena desorientación, el cuadro de Wenger fue víctima del infortunio, cuando el belga Thomas Vermaelen envió a su propia meta un mal despeje.

Echó el resto el Arsenal en la segunda parte, cuando Cesc Fábregas, al principio perdido en la maraña defensiva del equipo de Carlo Ancelotti, asumió definitivamente la dirección del juego. Pudo estrechar distancias pero el tanto del ruso Andrej Arshavin fue anulado. Su insistencia adoptó cada vez más riesgos y eso propició mayores espacios para los contraataques visitantes. Especialmente de Nicolas Anelka, que en más de una ocasión obligó a Almunia a emplearse a fondo. De hecho, en una falta en la media luna, en el tramo final, Drogba redondeó su particular actuación con un gol imparable poco antes de ser sustituido por el francés Florent Malouda.