Fichajes que no llegan, ventas que no se producen, discordancias evidentes con Txiki Begiristain... A cada día que pasa, es cada vez más evidente que Guardiola pinta menos en ese club que Nanín en un 'garito' de Malasaña. Y es que el entrenador del Barcelona es el último mono a la hora de tomar decisiones en ese equipo. Algo realmente sorprendente teniendo en cuenta que la opinión pública le ha reconocido como el principal artifice del éxito de este Barcelona.
El último roce entre presidente y directiva se produjo a raiz de si fichar o no en el próximo mercado de invierno. Guardiola era partidario de fichar, al menos, dos jugadores en este mes de enero: un centrocampista defensivo para cubrir las ausencias de Touré y Keita por la disputa de la Copa de África, y un extremo que sirviera también como recambio para el futuro de Thierry Henry, que está para cualquier cosa menos para jugar el fútbol.
Mientras Guardiola se tiene que comer literalmente los mocos en ese club, y con su renovación más que nunca el aire al ver que nadie le hace caso, Laporta se pasea por los medios de comunicación de su tan querida 'caverna mediática españolista' posando con las Copas que tan meritoriamente él no ha conquistado, y utilizando el éxito del Barcelona para empezar a hacer campaña política. Paradojas de la vida, el héroe, marginado. Y el villano, sobrevalorado. Por estas y por otras muchas cosas el Real Madrid siempre estará por encima de este equipo...
DEJA TU COMENTARIO