Porque a Gerard Piqué, en entrevista concedida a la revista 'Interviú', se le ha visto definitivamente el plumero. Y no es que le estemos acusando de que tenga unas orientaciones sexuales sospechosas, sino que lo suyo va más allá: sólo piensa en el Real Madrid el pobre muchacho.
Ni habiendo ganado seis títulos, ni presumiendo por todos los rincones de Cataluña que son el mejor equipo de la historia... No hay manera de cambiar la mentalidad de esta gente. El central culé, 24 horas después de caer eliminados ante el Sevilla, se ha destapado en la citada publicación con la siguiente confesión: "Sería mi tercera Champions, y si encima la ganamos en el Bernabéu y al Real Madrid, será fantástico, maravilloso: sentiré un superorgasmo".
Piensen lo que quiera, pero no queda más que intuir que este hombre, definitivamente, no es feliz. No disfruta de la vida, no sabe digerir ni los éxitos de los fracasos. En definitiva, una mentalidad acorde a la del club al que, afortunadamente, pertenece: perdedora y segundona. Que te vaya bonito, chaval.
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