La palabra gol no existe en sueco

Ibrahimovic, el nuevo Kluivert





Y es que el espigado ariete lleva una sequía goleadora que no se recordaba en Barcelona de un delantero desde los tiempos de Kluivert, otro especialista en fallar goles cantados. El sueco lleva sin ver portería desde el pasado 5 de diciembre, desde que anotara en Riazor el 1-3 de la victoria de los de Guardiola ante el Deportivo de la Coruña. Desde entonces, han pasado 44 días sin que los yonquis del barcelonismo, veáse Alfredo Martínez en Onda Cero, o Manolo Oliveros en la Cadena SER, hayan cantado un gol del supuesto mago del balón.

Desde entonces, ningún equipo ha tenido que vivir preocupado de la presencia de Ibrahimovic sobre el campo porque, simplemente, ha estado desaparecido. Ni Español, ni Atlante, ni Estudiantes, ni Villarreal, ni Tenerife, incluso ni el Sevilla en tres ocasiones han podido disfrutar de ninguno de los infinitos golazos que este sueco iba a marcar en su estancia en Barcelona. Y es que mucho nos tememos que, al igual que ha pasado en otras ocasiones con otros jugadores, los del Inter se la han colado a Lapuerta y Begiristain.

Y es que muchos sospechaban que pagar al conjunto italiano 40 millones más Eto'o era claramente una exageración. Y el tiempo ha dado a esos críticos toda la razón. No había ninguna necesidad de desprenderse del que ha sido el mejor delantero de ese equipo de los últimos 20 años para traerte al rey de los taconcitos inútiles. Pero ya sabemos que esa operación fue claramente un capricho de Guardiola. Como el de Chygrynskiy, y así le ha ido en los dos casos: pateticamente mal.