España, reina de Europa

Portugal 2-4 España





La última víctima de los de José Venancio López fue Portugal. Los lusos, que ya sucumbieron ante España en la primera fase, sólo pudieron rendirse a la evidencia y acatar que hoy por hoy, sus vecinos ibéricos son los grandes dominadores de este deporte en el 'Viejo Continente'. Portugal no fue la comparsa de la primera fase y mantuvo en vilo el marcador hasta el final. Los goles de Ortiz, Javi Rodríguez y Lin, parecían que sentenciaban a los lusos, pero en los últimos cinco minutos, con 'portero-jugador', Gonçalo y Joel llevaron las dudas al marcador. Unas dudas que se acabaron en el último minuto, cuando Daniel anotaba el último, cerrando así una carrera espectacular.

El ímpetu de los de Duarte se encargó de abortarlo Javi Rodríguez en el primer minuto con un gran disparo que avisaba a Bebe de lo que le esperaba durante todo el choque, pues el guardameta portugués tuvo que intervenir sin cesar durante los 40 minutos. En la siguiente jugada, Kike botó un córner que se fue a la madera tras ser desviado por Goçalo. Pero fue Ortiz el que inauguró el marcador tras aprovechar un error de Pedro Costa. El cierre de Inter robó un balón en 9 metros y tras acomodarse el esférico con la derecha, mandó el balón a la escuadra firmando el primero.

El vendaval no se detuvo y en una jugada colectiva prodigiosa Javi Rodríguez anotó el siguiente. Con un taconazo estratosférico desde la frontal del área, que pasó entre las piernas de Israel, el capitán puso el segundo, lo que significa su quinto gol en una final y el número 99 en su dilatada carrera con España, que parece haber llegado a su fin. Hasta el descanso, Portugal sólo dio síntomas de mantenerse en el partido por medio de Arnaldo, que hizo lucirse a Luis Amado en dos ocasiones. Aún así, los 20 minutos concluyeron con una jugada para enmarcar. Álvaro tiró una pared con Fernandao, que este le devolvió con el pecho, pero el lanzamiento del jugador de ElPozo se marchó desviado.

 


Los porteros toman el protagonismo

Bebe, que fue titular en la portería lusa sustituyendo a Joao Benedito, se convirtió en el mejor de Portugal, tras realizar una gran actuación bajo los palos y sacando de quicio a Fernandao. El pívot del Barcelona ganó todas las acciones a la defensa, pero se encontró una y otra vez contra el 'muro' de Bebe. Álvaro sacó la escuadra y el cartabón y se hizo el dueño de la creación de España. El de ElPozo, que ha cuajado un gran Europeo, sacó su prodigiosa zurda y empezó a repartir juego, pero Torras, Lin y sobre todo Fernandao, seguían estrellándose en Bebe. Además en el 28, fue él quién envió un balón a la madera.

Si el juego de creación y ofensivo de España brillaba en el parqué del Fönix Arena, la portería no se quedó atrás, ya que Luis Amado desbarató una y otra vez las aproximaciones lusas. El mejor meta del mundo dio muestras, una vez más, de su condición. A ocho del final, un balón de Arnaldo se fue al palo y el rechace le cayó a Pedro Costa, que, con todo a favor para marcar, se encontró con el guardameta del Inter. Con unos reflejos sublimes, el madrileño abortó la mas claras de los porugueses.

Portugal mostró su mejor cara en lo últimos minutos del envite, sabedores que se acababan sus opciones, pero Luis Amado volvió a estar inconmensurable bajo palos. Álvaro pudo 'matar' el partido pero no logró convertir un remate a bocajarro, sin embargo Lin sí que puso lo que parecía la puntilla. Uno de los debutantes de esta selección, sólo lo ha salido por currículum, ya que por méritos y actitud ha parecido un veterano y está llamando a abanderar la nueva generación de la 'roja'. Una mala salida de balón de Portugal fue rematada por Lin al fondo de las mallas.

Ante esta tesitura, Duarte pidió tiempo muerto y dispuso un 'portero-jugador' con Israel. En un minuto los portugueses dieron emoción al encuentro ya que Gonçalo y Joel anotaron dos goles que llevó la emoción y las dudas hasta el final. Cuando mejor estaba Portugal y cuando Arlando tuvo el empate en sus botas, Daniel aprovechó un pase en largo de Luis Amado para poner la rúbrica a un Europeo inmejorable y a una carrera espectacular con el combinado nacional.