Sin embargo, los madridistas no se amilanan con cualquier cosa. Ya en la presentación de Ibrahimovic en el Campo Nuevo se pudo ver a un seguidor madridista con su bandera. Fue maltratado y golpeado por la escoria que, ese día, acudió al Campo Nuevo. Es lo que tiene fomentar el antimadridismo, que las masas lo interpretan a su manera. Y ésta suele ser a golpes.
Pese a todo, el amor por el Real Madrid en Barcelona hace más fuertes a los merengues que allí viven. Sin ir más lejos, esta misma mañana, un seguidor madridista, bandera en mano, fue el gran protagonista del entrenamiento que llevó a cabo el Barcelona en Palafrugell. El madridista, lejos de amilanarse, sacó a pasear su bandera con orgullo rodeado por 5000 barcelonistas que tuvieron que rendirse a la evidencia de que no pueden quitarse al Madrid de la cabeza ni en los entrenamientos.
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